A la música bailable en Colombia se le puede trazar un camino con los 14 Cañonazos bailables y precisamente eso es lo que hemos intentado con nuestra nueva serie en Instagram.
Esta es la carátula del primer volumen de los 14 Cañonazos bailables de Discos Fuentes que es, quizá, el recopilado de fin de año con mayor reconocimiento y, en todo caso, el más antiguo. Sus inicios se remontan al año 1961, en el que sale el disco, por iniciativa de Pedro Fuentes, hijo de Antonio, el fundador del sello en Cartagena (1934). Desde un principio la intención de estas recopilaciones estuvo clara: vender y popularizar la música del Caribe. Así dice la nota del disco: “la fantástica popularidad que sostiene hasta en la fibra más indiferente del más despreocupado oyente la música que tiene su origen en las brillantes orillas de la Costa Atlántica… ¡La única que francamente es un excelente negocio explotarla!”.
Entonces, allí estuvieron Pedro Laza, Clímaco Sarmiento, Sonora Cordobesa y Lucho Bermúdez, entre otros. Y empezaron su carrera los Cañonazos de manera paralela a una agrupación muy importante: Los Corraleros de Majagual. El ritmo y el estilo musical del grupo a lo largo de los años 60 abrió un abanico de posibilidades y marcó la senda de muchos otros que vinieron después con más aportes. Pero fue en esa década y con ese tipo de repertorio que el Caribe se estableció del todo como vínculo de la fiesta a nivel nacional (mucho más en una de las principales, como lo es la de fin de año).
Así, ya en los 70 figuraron Los Corraleros, Calixto Ochoa, Lisandro Meza y al lado Pastor López, Rodolfo Aicardi, Los Hispanos y los Golden Boys. Sin embargo, a finales de la década cogió fuerza otra ola. El Vol. 19 de los Cañonazos (1979) incluyó “Catalina del mar”, canción de Joe Arroyo cantada por él con Fruko y sus Tesos. Allí también aparecieron Las Cabañuelas con el Joe, esta vez con los Latin Brothers y la Sonora Dinamita con Maruja. Tres proyectos liderados por Julio Estrada, apodado “Fruko”, fueron piedra angular de Discos Fuentes.
Los 14 Cañonazos bailables constituyeron entonces una serie conservadora y, al mismo tiempo, novedosa y así siguieron durante los 80. Todavía en 1985 primaba el paseo, el paseaito, el pompo, la cumbia… todo lo que impusieron Los Corraleros en su momento, pero ahora con teclados. Aparecieron también novedades como Afrosound con la guitarra eléctrica usada al estilo de los grupos de Chicha peruana y la voz de Juan Carlos Coronel (Salomé).
A la par estuvo la salsa. Lo “fuerte” fue “Sobre las olas” de los Latin Brothers, “Picoteando por ahí” con La Gran Banda Caleña, “Sufriendo” de Fruko y sus Tesos (voz de Joseito Martínez), “Yamulemau” con Joe Arroyo y “La Verdad”. Lo “suave” fue “No es casualidad” y “Quiero morir en tu piel” de Willie González y orquesta, “Ven, devórame otra vez” en versión de Los Titanes y “Lindas y bellas” con Los Nemus del Pacífico.
Isaac Villanueva, Hernán Colorado, Horacio Hoyos y Javier García fueron nombres recurrentes en la programación musical de los 14 Cañonazos bailables desde los 70. Con su influjo, Discos Fuentes llegó a medio siglo de existencia (1934-1984) y los Cañonazos a 25 años. Sin embargo, vinieron otros tiempos. El más reciente volumen de los 14 Cañonazos conservado por Señal Memoria es el 36, del año 1996, que podríamos llamar la “era corralera” de paseaitos, paseos y cumbias. El “chucu-chucu” no quedó atrás, sino más bien en la base del tecno de los años 90: “La chica gomela” y “Cachete, pechito y ombligo”, tecnomerengues con Los Tupamaros, “Dina Luz”, tecno vallenato con Tulio, “Come on baby”, merengue house con Banda la Bocana y, de remate, el “Merengometro house”, mosaico a cargo de KV 33.
14 Cañonazos Vol.36
Hasta aquí nos da la pita de los 14 cañonazos bailables en Señal Memoria. Las imágenes de los discos y más información en nuestra serie Instagram. Entérate además de las series anteriores: Alfredo Gutiérrez, Gentil Montaña, Toño Fuentes, La Nueva Ola, lo “viejo” en la Música andina, la Música tropical, Vacaciones en la Playa, la fiesta de fin de año y la navidad.
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