Publicado el Vie, 13/06/2014 - 13:54
Los 60 años de la televisión vistos desde la radio
La Radiodifusora Nacional de Colombia nació en 1940, bajo el gobierno de Eduardo Santos. Era una emisora pública, de carácter cultural y educativo. Su programación incluyó contenidos musicales, radioteatrales y de interés general que entretuvieron y enseñaron a una generación de colombianos. Desde su fundación hasta hoy, ha cambiado de nombre varias veces y su campo de acción se ha ensanchado al ritmo de los tiempos. Hoy se llama Señal Colombia Sistema de Medios Públicos y, además de tener dos emisoras, se compone también de dos canales de televisión y seis páginas web.
¿Pero cómo llegó la televisión a Colombia?
Era el domingo 13 de junio de 1954. La escasa audiencia que en ese entonces tenía un televisor en su casa y los transeúntes que se habían agolpado frente a los almacenes de electrodomésticos de Bogotá vieron ondear en las pantallas la bandera de Colombia y, acto seguido, oyeron la alocución con la que el general Gustavo Rojas Pinilla, el único mandatario militar que tuvo Colombia en el siglo XX, inauguraba la televisión en el país. Ese domingo se cumplía un año del golpe encabezado por el General contra el gobierno de Laureano Gómez, y 92 años desde que el italiano Abbe Caselli transmitiera la primera imagen por ondas electromagnéticas, experimento que, a la postre, condujo a la creación del primer sistema de televisión, en 1926.
Para que esta primera transmisión fuera posible, primero fue necesario vencer la escarpada geografía del país. Con ese fin, se instalaron dos antenas, una en Bogotá y otra en Manizales, y en mayo se hicieron varias emisiones de prueba, un mes antes de la inauguración. Colombia se convirtió en el sexto país de América Latina en tener un sistema de televisión.
Los primeros televisores se vendían en los grandes almacenes y costaban 320 pesos, un precio que solo podían pagar los ciudadanos con mayor poder adquisitivo. Gracias a una línea de crédito financiada por el Banco Popular, fue posible importar 1200 televisores y venderlos a menor costo. Así se dieron los primeros pasos para popularizar estos aparatos.
La idea de traer la televisión a Colombia había rondado a otros gobernantes y a algunos empresarios. Un consejo de ministros del gobierno de Laureano Gómez aprobó un proyecto para montar una cadena de televisión en Bogotá y varios hombres de negocios quisieron crear canales y estaciones de televisión, pero sus iniciativas no prosperaron. La materialización del proyecto estuvo a cargo de Fernando Gómez Agudelo, director de la Radiodifusora Nacional de Colombia entre 1953 y 1958, quien, gracias a su exitosa gestión, es reconocido como "el padre de la televisión colombiana".
El General le dio siete meses para cumplir el encargo; con el arribo de la televisión, celebraría el primer aniversario de su "golpe de opinión", como se le llamó al golpe con que derrocó al gobierno de Laureano Gómez. En Alemania y en Estados Unidos, Gómez Agudelo consiguió los equipos necesarios para la transmisión y para dotar los estudios, que funcionaron en los sótanos de la Biblioteca Nacional de Bogotá. Viajó a Cuba, famosa por la buena calidad de su televisión, y contrató a 25 trabajadores de un canal cubano en bancarrota. Los aspectos técnicos de la primera transmisión de televisión estuvieron a cargo del equipo cubano, y los artísticos corrieron por cuenta, entre otras personas, de Bernardo Romero Lozano, director de radioteatros, que ese 14 de junio se convirtió en director del primer dramatizado de la televisión colombiana, El niño del pantano, una obra basada en un cuento suyo, en la que actuó su hijo, Bernardo Romero Pereiro, quien con el correr de los años, se convertiría en uno de los más destacados directores y libretistas de la televisión colombiana, a la que estuvo vinculado desde su primera emisión.
Esta fue la primera programación de la televisión colombiana:
No solo Bernardo Romero Lozano, sino los actores y directores de los dramatizados de la Radiodifusora Nacional de Colombia conformaron los elencos de la naciente televisión. Continuaban trabajando en la radio, al tiempo que exploraban las exigencias y posibilidades de los nuevos sets. Exploración es el término justo porque no contaban con modelos para hacer televisión y debieron echar mano de imaginación e inventiva para que los televidentes hallaran verosímiles los paisajes de sus dramatizados. Era otro tiempo, no se requerían ríos, bosques, casas y alimentos reales para escenificar los dramas de los personajes. El público aceptaba que muchas cosas estuvieran pintadas en bastidores, detrás de los personajes, como telones de fondo.
Las primeras transmisiones se hicieron en vivo, así que, al igual que en el teatro o en los comienzos de la radio, si se cometía un error, había que enmendarlo sobre la marcha o resignarse. Hombres destacados en la dirección, escritura y adaptación de ficciones para la radio, como Romero Lozano y el Profesor José Agustín Pulido Téllez, director del Grupo Escénico Infantil de la Radiodifusora Nacional de Colombia, comenzaron a producir obras para la televisión y, con ellos, ingresaron al nuevo medio muchos de los actores que se habían formado en los elencos de sus programas, entre ellos, Fabio Camero, Carlos Muñoz y Gabriel Vanegas. Conforme ensanchaba su campo de acción, la Radiodifusora cambiaba de nombre. En 1956, sus boletines de programación dan cuenta de ese cambio: Radiotelevisora Nacional de Colombia.
Los invitamos a oír relatos de reconocidos actores sobre los comienzos de la televisión en Colombia, de los que fueron protagonistas. Ana María Lara y Carlos Fernández, integrantes de Señal Memoria, hicieron estas entrevistas en 2011 para crear la exposición y el Seminario Internacional de Radioteatro El Retablo de la Maravillas.
Carlos Muñoz, actor: de la Radiodifusora Nacional a la televisión, primera parte
Carlos Muñoz, actor: de la Radiodifusora Nacional a la televisión, segunda parte
Carlos José Reyes, dramaturgo e investigador: la radio en el nacimiento de la televisión en Colombia
Dora Cadavid, actriz: cómo empecé en la televisión
Dora Cadavid, actriz: Fausto Cabrera y Bernardo Romero Lozano, los primeros directores de televisión
Fernando Corredor, actor: los teleteatros en los inicios de la televisión colombiana
Fernando Corredor, actor: El Proceso, de Kafka, en los sótanos de la Biblioteca Nacional
Artículos relacionados:
Fecha de publicación original Vie, 13/06/2014 - 13:54