Memoria Sonora Escolar: historia y paisajes sonoros creados en el colegio Brasilia | Señal Memoria

 

Esta es la historia que crearon los estudiantes del Colegio Brasilia: en una isla existe una piedra que permite pasar de un tiempo a otro. Quienes conocen el secreto de la piedra emprenden a voluntad viajes por el tiempo. Solo deben cumplir una condición: no enamorarse de nadie de otra época o no podrán regresar a su tiempo. Uno de estos viajeros se enamora de una mujer del pasado. Viven un idilio, pero se aproxima el día del regreso del viajero a su época. Si no parte ese día, el pasaje que permite transitar de un tiempo a otro se bloqueará y el viajero quedará confinado para siempre en la época de su amor. ¿Por ese amor será capaz de renunciar al mundo que conoce?

 

Cerca de la fecha límite, la pareja descubre que aquellos que superen una prueba podrán viajar de un tiempo a otro cuando lo deseen, no importa si se han enamorado de una persona de otra época y pasan largas temporadas con ella. Liberados de la restricción, viajan a la época de él. Ya no hay ninguna ley que les bloquee el paso de una época otra, así que pueden estar juntos en las épocas que prefieran, pero descubren que no pueden pasarse la vida yendo de una época a otra y que deben establecerse en una. Recobra validez la pregunta: ¿puede alguien renunciar a su época para vivir en la de la persona que ama?

 

Las respuestas de los estudiantes al dilema planteado por su propia ficción fueron ingeniosas y poéticas: ella descubre que en la época de él, hay lugares que conservan un aire de su época, barrios, ruinas, paisajes del pasado que casi no han variado con el tiempo. O ella comienza a viajar por los siglos que han transcurrido desde su época hasta la de él y así se familiariza con los cambios graduales que han conducido del pasado al presente y, gracias a estos viajes, el tiempo de su amor comienza a parecerle menos extraño.

 

Estas soluciones no bastan, ambos mueren de nostalgia en la época del otro, así que trazan un plan para olvidarse. Él viaja al pasado y evita pasar por donde la vio por primera vez. Gracias a este acto, jamás llegan a conocerse y se borran de sus vidas. Un día, ya en su tiempo,  él ve a una mujer que lo atrae muchísimo y que le parece conocer de otra época. No saben que ella es una descendiente de aquella lejana mujer.  Es el vivo retrato de alguien a quien, al parecer, no olvidó del todo. Se le acerca y la química entre los dos es instantánea.

 

Después de nuestro taller, los estudiantes del colegio Brasilia continuaron desarrollando por su cuenta esta historia y nos la enviaron. Redactaron  las siguientes versiones, que pueden leer en nuestro blog: La piedra mágica, Viajeros del tiempo y La piedra del tiempo.

 

Aquí pueden saber más sobre nuestro taller de escritura de libretos para dramatizados radiales.

 

 

 

En el taller de paisaje sonoro los estudiantes del colegio Brasilia se sorprendieron escuchando sonidos de ciudades lejanas como Valencia en España y Guadalajara en México. Pensando en el sonido que identifica su colegio, propusieron registrar el sonido de las canchas porque todos los días hay dos equipos que se enfrentan en un partido de fútbol.

 

 

 

Aprovechando que seguíamos en la hora del recreo, fuimos a la cafetería para averiguar qué es lo que compran los estudiantes cuando tienen hambre en el colegio. Un paisaje sonoro más largo nos permitiría hacer un estudio sobre los hábitos nutricionales de niños y jóvenes, misión que tal vez empredan más adelante. Por ahora, aquí suena una pequeña muestra:

 

 

 

Queríamos subir al tercer piso, donde están los salones de bachillerato, y por el camino encontramos a las señoras del aseo haciendo su trabajo. Así es como suena el trabajo de estas mujeres que hacen posible que el colegio esté ordenado y impio.

 

 

 

Finalmente, llegamos a dos salones de clase que están en el tercer piso. En cada uno de ellos grabamos un paisaje sonoro que nos deja saber qué estaban haciendo en clase de informática y español.

 

Clase de español: 

 

 

 

Clase de informática:

 

 

 

Escrito por: Carlos Fernández y Ángela Téllez