Memorias de la Radio Nacional de Colombia en Uribia, Guajira | Señal Memoria

Publicado el Lun, 05/05/2014 - 14:34 Artes y oficios
Memorias de la Radio Nacional de Colombia en Uribia, Guajira
En la península de la Guajira colombiana todavía quedan rastros de una estación que no solo retransmitió la señal emitida desde la capital sino que también emitió una programación local y en lengua nativa, algo de enorme significado teniendo en cuenta que por aquellos años el país recién comenzaba a vivir bajo una nueva constitución que reconocía otras lenguas distintas al español y otras religiones distintas a la católica. 
 
Años atrás, en la década del ochenta, el gobierno colombiano mostraba preocupación por el cubrimiento de la señal de televisión y radio en las regiones más apartadas, especialmente las fronteras. En la zona norte del país, la Guajira era una de aquellas zonas a las que difícilmente llegaban las imágenes y sonidos que el resto de los colombianos compartían y los identificaban como nación.  
 
Muchos recuerdan que en aquellos años las emisoras más escuchadas eran las venezolanas y la tradición de escuchar la radio del Caribe estaba arraigada en la población guajira que sintonizaba emisoras de las Antillas y Centro América. Aunque la alta Guajira es territorio colombiano, las emisoras colombianas eran las menos escuchadas, no se sintonizaban con facilidad.
 
Para la entidad que en aquellos años administraba la radio y la televisión pública (Inravisión), fue un problema y un desafío llegar con la señal de ambos medios a los límites de la Nación, por esta razón se adelantó el Plan Fronteras para hacer posible que las imágenes y sonidos de la radio pública llegara tanto a San Andrés y la Guajira, como a Leticia en el Amazonas. 
 
 
Mediante el decreto 2820 de septiembre de 1983 se expidió el Plan General de radiodifusión entre cuyos objetivos estaba hacer que la Radiodifusora Nacional tuviera un cubrimiento en todo el territorio y el esfuerzo comenzó con la instalación de 20 transmisores FM.  Algunos de los puntos de la geografía que contaron con esos transmisores fueron cerros y páramos majestuosos hasta donde llegaron los técnicos a montar antenas y a vivir por largas temporadas cuidando los equipos y haciendo el mantenimiento para que la señal no dejara de viajar hasta los receptores. Vale recordar algunas de estas alturas donde se posaron hombres y máquinas: Jurisdicciones (Norte de Santander), Páramo de los Domínguez (Valle), La Rusia (Boyacá), Munchique (Cauca) y Alguacil (César).
 
Una de las personas que hizo posible este cubrimiento fue José Jorge Dangond, director de Inravisión en la década del noventa y junto a él un puñado de técnicos quienes por largas semanas y meses vivieron en la soledad de las montañas y en zonas de conflicto armado arriesgaron sus vidas cuidando los transmisores. 
 
El personal técnico ha sido fundamental en la historia de la radio colombiana y aunque sus nombres no son famosos, su trabajo silencioso y eficiente ha hecho posible que la señal de radio y televisión llegue a las casas más apartadas de los colombianos que viven en las fronteras.  Fue a comienzos del mes de enero de 1995 cuando se empezó a emitir una programación local en Uribia, Guajira, “comenzamos con dos operadores, un pequeño estudio y montamos la antena”, recuerda José María Álvarez, uno de los técnicos que participó en esta aventura de montar antenas, transmisores y hacer que la señal llegara a toda la Península. 
 
Uno de los programas que se emitió desde Uribia fue  Correo Wuayú, un programa hecho por Narciso Martínez, quien ayudó a las comunidades con servicios de comunicación en una época en la que la telefonía local no era eficiente y la emisora a parte de emitir su programación de música e información, ayudó a comunicar entre sí a las comunidades que estaban repartidas entre Colombia y Venezuela. 
 
Entrevista a Narciso Martínez
 
 
 
 
Zulaima Martínez, fue una locutora bilingüe; en castellano y en lengua wuayú, llegó con su voz hasta la alta Guajira, “yo iba hasta Nazareth,  en la Sierra de la Macuira, y la gente me agradecía por los programas…porque nuestro propósito era recuperar nuestra cultura y hacer programas que fueran útiles para jóvenes y viejos…” Para Zulaima, estos dos tipos de públicos eran importantes; los jóvenes para que no perdieran el vínculo con sus tradiciones y lo viejos porque al llevarlos a la emisora y ponerlos al micrófono participan y no eran simples oyentes.
 
Entrevista a Zulaima Martínez
 
 
 
 
Uno de los aspectos más importantes fue la transmisión de los festivales culturales, hay tanta variedad de fiestas y carnavales en la península de la Guajira que estos rituales se convierten en una serie de celebraciones alrededor de la música, la comida y la palabra. Desde el festival del Dividivi, nombre del árbol que es el símbolo de la región y del departamento, hasta el festival de la cultura Wayúu, pasando por el Festival Cuna de Acordeones en Villa Nueva.
 
Festivales
 
 
Con el correr de los años el esfuerzo para que los festivales musicales, los programas locales y una recepción clara de la señal de radio en toda la península para que colombianos de ambos lados de la frontera escucharan una radio que sonara a lo colombiano, tuvo sus tropiezos y dificultades técnicas.  Aunque la transmisión de los festivales se mantuvo, el mantenimiento de la estación fue cada vez más difícil y no se volvió a hacer programación local. La casa de la radiodifusora en Uribia se cerró a la espera de otro esfuerzo por restablecer los programas en lengua nativa y con las voces de guajiros y todos sus paisanos del litoral atlántico como en 1995.
 
 
 
Fecha de publicación original Lun, 05/05/2014 - 14:34