Ser artista en todo lo que abarca esta palabra era algo que Miguel Ángel Buonarroti logró en su máximo esplendor durante sus ochenta y ocho años de vida. Hoy, en Señal Memoria, recordamos algunos aspectos de su historia y obra.
Grato y feliz, a tus feroces males contender y vencer me fue otorgado; ahora triste, a menudo, el pecho baño contra mi voluntad, y sé ya cuánto vales. (1504) Miguel Ángel Bounarroti. Traducido por Luis Antonio de Villena.
La vida de un artista no es cosa simple, no solamente se vive con la exigencia de la sociedad, de quien paga por el arte o de los curiosos que lo suelen juzgar, sino que se vive con la autoexigencia y la búsqueda de la perfección ejercida por uno mismo. Esto se retrata en la vida de Miguel Ángel, un hombre que desde temprana edad demostró su inclinación por las artes, no solamente por la escultura y la pintura, sino también por la poesía.
Vera Quintana, Gonzalo (director). Miguel Ángel el genio. [Radioteatro]. Colombia: Radio Nacional de Colombia. Archivo Señal Memoria, RDNC-RMT-023437-01. (Insertar RDNC-RMT-023437-01_000147-000322).
El arte alimentaba y castigaba su alma, parecía que nunca fuera suficiente lo que hacía porque constantemente buscaba la perfección en cada trozo de mármol en el que sus ojos ponía y que su cincel tocaba. Pero empecemos esta historia desde el principio, Miguel Ángel di Ludovico Buonarroti Simoni nació el 6 de marzo de 1475 en Caprese, en una pequeña ciudad llamada Valtiberina, cerca de Arezzo en Toscana.
Según la Enciclopedia Británica, la familia de Miguel Ángel durante muchas generaciones se desempeñó en el oficio de banquero, pero el negocio falló y su padre, Ludovico di Leonardo Buonarroti, se dedicó a ser administrador judicial de la ciudad de Caprese y administrador local de Chiusi della Verna.
Por otra parte, la madre de Miguel Ángel, Francesca di Neri, se encargaba de las labores del hogar mientras sufría de una penosa enfermedad. Posterior al nacimiento de Miguel Ángel, la familia Buonarroti se trasladó a Florencia, en donde fue criado.
En este extracto del radioteatro Miguel Ángel el genio de Gonzalo Vera Quintana, escuchamos una descripción de este artista renacentista durante su infancia:
Miguel Ángel el genio. [Radioteatro]. Colombia: Radio Nacional de Colombia. Archivo Señal Memoria, RDNC-RMT-023437-01. Insertar RDNC-RMT-023437-01_000435-000507.
Siento la barba al cielo y en el dorso la memoria, y tengo el pecho de una arpía, y el pincel sobre el rostro, goteando, me lo va convirtiendo en pavimento rico. (1509 o 1510) Miguel Ángel Bounarroti. Traducido por Luis Antonio de Villena.
Miguel Ángel pasaba horas mirando el mármol antes de realizar su primera cincelada, esperaba que este le hablara, y hasta que eso no ocurría, no comenzaba a desarrollar su gran obra de arte. Durante su niñez, los estudios comunes no fueron de su interés, pasaba horas copiando pinturas de iglesias y buscando la compañía de otros pintores.
Según Robert Coughlan en el Mundo de Miguel Ángel (1978), la ciudad de Florencia era el mayor centro para las artes y el aprendizaje y, particularmente, el arte, era patrocinado por el consejo, mercantes y grandes patronos como los Médici. Este contexto fue muy favorable para Miguel Ángel, ya que estos grandes patronos le comandaban desde muy joven grandes obras.
Por esta razón, la fascinación por el arte de Miguel Ángel era notable en su entorno social, era increíble todo lo que podía hacer este hombre solo con un cincel y un martillo. Sin embargo, a pesar de que todos lo adulaban, el artista no se encontraba satisfecho, estaba en una constante búsqueda por la perfección que nunca lograría tener, hasta el punto de ser su mayor obsesión.
Vera Quintana, Gonzalo (Director). Miguel Ángel el genio. [Radioteatro]. Colombia: Radio Nacional de Colombia. Archivo Señal Memoria, RDNC-RMT-023437-01. Insertar RDNC-RMT-023437-01_001826-001915.
Más falaz y extraño el juicio brota que la mente lleva, pues tira mal la cerbatana rota. Mi pintura muerta defiende en adelante, Juan, y el honor mío, pues no estoy en mi sitio ni pintor me digo. (1509 o 1510) Miguel Ángel Bounarroti. Traducido por Luis Antonio de Villena.
Partiendo de Ludwig Goldscheider en su libro Michelangelo: Paintings, Sculptures, Architecture de 1953, Miguel Ángel, Leonardo da Vinci y Rafael fueron los tres gigantes del Renacimiento Alto en Florencia. El primero de ellos fue 23 años más joven que el segundo, pero mayor por 8 años que el tercero. Este contexto le permitió a Miguel Ángel desarrollar su arte al máximo, rodeado de estos y más nombres, y manteniendo su legado por medio de sus estudiantes de escultura, entre ellos Francesco Granacci, pupilo en la academia de los Médici y uno de sus más grandes ayudantes en la pintura que realizó en la Capilla Sixtina.
En este fragmento, los radioactores Miguel Ángel Vera (Julio) y Fabio Sabogal (Marqués) hablan de las grandes obras del escultor y se preguntan cuánto más vivirá este genio del arte.
Vera Quintana, Gonzalo (Locutor). Miguel Ángel el genio. [Radioteatro]. Colombia: Radio Nacional de Colombia. Archivo Señal Memoria, RDNC-RMT-023437-01. Insertar RDNC-RMT-023437-01_001929-002109
Continuando con Goldscheider, a pesar de que El David es la escultura más popular de Miguel Ángel, algunas de sus obras han sido más impactantes dentro de la historia del arte, como lo son las formas y tensiones de Victoria, La virgen de Brujas y la Virgen de los Médici que representan las bases del arte manierista; al igual que los gigantes de la Tumba del papa Julio II de gran impacto en escultores del siglo XIX y XX como Rodin y Henry Moore.
Miguel Ángel el poeta, escultor, pintor que vivió en Florencia conoció la gloria por quienes lo aclamaban, lo cuestionaban y pagaban por sus obras. Tal y como lo retrata este radioteatro, nunca estuvo satisfecho y probablemente, eso fue lo que no detuvo su creatividad que inspiró a varios contemporáneos.
Autora: Valentina Mena
