Recordando la muerte de Antonia Santos, una de las heroínas de la independencia que murió trágicamente el 28 de julio de 1819 hacemos un breve recuento de en qué consistió el papel de muchas de las mujeres de la independencia.
La historia de nuestra emancipación, contada desde las hazañas de los héroes, bien podría parecer el relato de un largo desfile militar de hombres con rostros adustos y liderando procesos en los cuales las mujeres no son mencionadas, salvo como abnegadas seguidoras del prócer, obedientes y bien puestas.
Sin embargo, la historia de nuestra independencia contó con el papel definitivo de cientos de mujeres que dentro y fuera de las filas del ejército apoyaron la construcción del proyecto libertario patriota. Para ellas su participación en el proyecto apuntaba al alcance de la autonomía política de la nación, pero era sin duda también, la oportunidad de obtener un poco de protagonismo político, aún ante los ojos moralistas de la sociedad de entonces.
Mujeres de la independencia
José María Espinosa en Memorias de un abanderado, recuerda cómo en la Campaña del Sur, cientos de mujeres voluntarias, acompañaron a los combatientes. El mismo Antonio Nariño se opuso a su participación, ya que consideraba que ellas podían entorpecer la labor militar y ser una carga para los hombres. No obstante, estas mujeres desobedecieron las órdenes y se empeñaron en acompañar al batallón, haciendo las veces de soldadas, enfermeras y aguateras. Todas ellas eran mujeres anónimas. Su nombre desapareció a medida que las batallas avanzaban.
De la Independencia los nombres de mujer que se recuerdan no son abundantes. Manuela Sáenz, Policarpa Salavarrieta, Antonia Santos o Mercedes Abrego son algunas de ellas. Casi todas mestizas que bien pudieron ser cercanas a los estamentos más altos de la sociedad neogranadina. Sin embargo, es poco o casi nada lo que se sabe de otras mujeres que bien pudieron ser negras, indígenas o mulatas.
La historiografía tiene una deuda con ellas. Hay que recuperar y divulgar su papel en la gesta libertadora. Reconocerlas a ellas y a otros grupos sociales permite entender la dimensión que tuvo la Independencia y completar parte de ese interminable rompecabezas al cual le hacen falta tantas piezas.
