Publicado el Jue, 15/11/2012 - 21:22
Artes y oficios
Música antigua en el siglo XX, nuevo mercado
El origen independiente del sello Argo en 1951, estuvo marcado por una búsqueda de sonoridades exóticas o ciertamente distantes del establecimiento de la industria. Su impulso duró poco y ya para 1957, la compañía pasó a manos de Decca, momento en el que aparecieron con el sello grabaciones que si bien están circunscritas en el ámbito de lo “clásico”, mantienen ese espíritu original de “rareza”. La dramática ilustración que aquí se expone, corresponde a una celebrada grabación del año 1959, a cargo del coro de la londinense Catedral de Westminster, dirigido por George Malcolm (1917-1997), quien tuvo la fortuna de interpretar este tipo de repertorios en el legítimo contexto litúrgico para el que fueron creados. Se trata de los Responsorios para los oficios correspondientes a la muerte de Cristo en la Semana Santa católica, escritos por el español Tomás Luis de Victoria (c.1548-1611).
Fecha de publicación original Jue, 15/11/2012 - 21:22