Publicado el Mié, 14/11/2012 - 02:09
Artes y oficios
Música clásica, música del mundo
El espíritu de la primera pos guerra habita en la esencia cosmopolita del célebre “Bolero” (1928), ballet de Maurice Ravel. La obra refiere directamente a un ámbito alterno al del canon europeo occidental. Su expresividad se logra a través de un esquema rítmico y melódico obsesivo, con una rica orquestación que habla sobre la concepción de la música al despuntar el siglo XX. Es un ejemplo paradigmático del interés que despertó en Francia la exótica cultura española. Ravel se apropia de un género popular andaluz para convertirlo en una danza angustiosa, emocionante, apta para el escenario vanguardista. Con el paso de los años y la variedad de usos, la obra ha recobrado su espacio en el espectro popular.
Fecha de publicación original Mié, 14/11/2012 - 02:09