Publicado el Mié, 14/11/2012 - 02:07
Artes y oficios
Música, muerte y tragedia
Como respuesta al bombardeo que durante la Segunda Guerra sufrió la ciudad inglesa de Coventry y la destrucción de su celebrada Catedral, se erigió un nuevo templo junto a las ruinas de la antigua edificación. Signado por un espíritu reconciliador, el acto inaugural de 1962 contó con una obra alusiva escrita por Benjamin Britten. Su “Requiem de Guerra”, utiliza poemas escritos por Wilfred Owen, abatido en La Gran Guerra, cargados de desencanto y aprehensión por un mundo impelido hacia el desastre. Britten alude al rostro yermo de la guerra y convoca por ilustrativa oposición, tres voces representantes de las potencias en pugna: Galina Vishnevskaya, soprano soviética, Dietrich Fischer-Dieskau, barítono alemán, Peter Pears, tenor inglés.
Fecha de publicación original Mié, 14/11/2012 - 02:07