Cuando se enseñaba historia en los colegios, se hablaba de Morillo como de una suerte de anticristo. A los niños se les asustaba en una época con la figura de El Pacificador. Lo anterior debido a las medidas que tomó para frustrar el movimiento rebelde en contra de Fernando VII. Se hacían muchas referencias a su campaña militar sin profundizar en su preparación ni en los obstáculos que España tuvo que sortear para llegar a los territorios rebeldes.
Con el objeto de conocer estos aspectos tomaremos en cuenta los documentos audiovisuales del Archivo Señal Memoria, compuestos por las producciones de Revivamos Nuestra Historia y Crónicas de una Generación Trágica. También tendremos en cuenta las obras de Michael P. Costeloe, La respuesta a la independencia y Pablo Morillo General de dos mundos de Gonzalo M. Quintero.
¿Quién era Pablo Morillo antes de la Reconquista?
Era uno de los mejores generales del ejército español, capaz de ganarse la confianza del mismo duque de Wellington gracias a su destacada participación en la Batalla de Vitoria, en junio de 1813, la cual selló la retirada de los franceses de España y el regreso al poder de Fernando VII. Antes de su nombramiento como Capitán General de las Provincias de Venezuela y General en jefe del Ejército expedicionario, Morillo estaba en el punto más alto de su carrera militar. Se movía con fluidez en todos los círculos políticos, especialmente en aquellos de corte liberal, cercanos a la masonería. Era la mejor opción para dirigir la llamada expedición a Costafirme.
En el segundo capítulo de la serie José María Córdova (1979), titulado La llegada del terror y perteneciente a Revivamos Nuestra Historia, el actor Ramiro Corzo interpreta a un Pablo Morillo en pleno proceso de Reconquista a su llegada a Santafé. También puede apreciarse la reacción de los habitantes de la ciudad frente a sus medidas, un tanto alejadas de las instrucciones originales a causa de las diferentes circunstancias.
Producciones Eduardo Lemaitre (Productor). Triana, Jorge Alí (Director). (1979). José María Córdova. [Serie] [Capítulo II- La llegada del terror]. Colombia: Producciones Eduardo Lemaitre. Archivo Señal Memoria, UMT-216837.
¿Cuáles eran los objetivos de la Reconquista?
Originalmente, la Reconquista tenía por objeto enfocarse en retomar los dos virreinatos más importantes: Nueva España y Perú. La Nueva Granada no era una prioridad. El secreto a voces era llegar a Montevideo, en el actual Uruguay, para acabar con la revuelta en el Río de la Plata y enfocarse en el Virreinato del Perú. En segundo lugar, la intención consistía en arribar a la Capitanía General de Venezuela. En medio del más absoluto hermetismo se tomó la decisión en altamar de caer sobre Venezuela y aprovechar así el factor sorpresa.
¿Qué pasaba en España antes de La Reconquista?
Era un país devastado tras más de seis años librando su propia guerra de Independencia contra Napoleón. Perdió una parte importante de su población y soportó la rapiña de las tropas francesas. Industria, abandonada. Campos, despoblados. Todas las ilusiones estaban en el retorno de Fernando VII, llamado El deseado, de quien se esperaba que restituyera la gloria del Imperio español, para “volver a la llamada legitimidad prerrevolucionaria”. Los españoles no tenían mayor idea de lo que pasaba en sus colonias, más allá de ideas preconcebidas alimentadas por el prejuicio. Así mismo, hubo sectores opuestos al uso de la fuerza en esa restitución. Sin embargo, no era un porcentaje importante de la población.
¿Cómo se formó el ejército que vino de España?
La expedición de Morillo no fue la primera que tuvo esa misión. De hecho, era la número 17 de 30 que se enviaron a América entre 1811-1819. Tras varios debates, se decidió que el grueso de la fuerza que llevaría a cabo la expedición, se centraría en las tropas terrestres y no en la Armada española.
Estaba formada por 12.000 soldados de amplia experiencia militar, fogueados en la guerra contra Francia. Así mismo, había más de 1.500 oficiales y marinos de la Armada. Una fuerza de combate integrada en tiempo record y con recursos del capital privado
¿Cómo se financió la creación de esa Armada y del Ejército de la Reconquista?
No fue un proceso limitado a una decisión totalmente absoluta que haya contado con la plena financiación de la Corona española. Las arcas reales estaban en total bancarrota. Los principales interesados en que la situación volviera a ser como antes de la rebelión eran los comerciantes de Cadiz, principales afectados por la interrupción del comercio con las colonias. Estos organizaron la llamada Comisión de Reemplazos, que en palabras de Costeloe era el “organismo responsable de la organización y financiación de gran parte del esfuerzo español por suprimir las revueltas”. Esta comisión tenía amplia experiencia desde 1812 en el envío de expediciones para afrontar la situación en América.
Cabe señalar que financiaron la expedición a partir de corridas de toros y funciones de teatro benéficas. Sin embargo, la idea de los habitantes de la Península era que las mismas colonias aportaran el dinero, dada su riqueza, al esfuerzo bélico.
¿Cómo se transportó el ejército comandado por Morillo?
Si levantar desde cero un ejército ya era complejo, su logística de transporte y escolta a través del mar y hasta tierras americanas era una labor aún más compleja. El número de barcos y sus tripulaciones fue lo que terminó por definir la cantidad de tropas que saldrían de España. En un tiempo récord los astilleros construyeron parte de los barcos necesarios para la escolta. Las tripulaciones se formaron en una especie de secuestro legal a partir de pescadores que llegaban a puerto o buscándolos en sus propias casas, lo que contribuyó a la formación de tripulaciones con muy baja moral y cuyo talante afloró en alta mar.
Para el transporte se recurrió al embargo de todo navío nacional y extranjero. Morillo y Enrile (comandante de la flota) fueron autorizados para tomar cualquier nave que sirviera a la expedición. Se consiguieron entonces 52 barcos de transporte y otros tantos complementarios de la flota.
El buque insignia fue el San Pedro Alcántara, el cual llevaba una carga de cañones, uniformes, herramientas, alimentos, medicinas, repuestos, lanzas, pistolas, monturas, espadas, bayonetas y municiones, así como 500 barriles de pólvora, 40 barriles de aguardiente para las tropas. y todo el dinero destinado a pagar los gastos del ejército mientras durase la expedición.
El 24 de abril de 1815, iniciada la Reconquista, el error de unos marineros que quisieron robar un poco de licor, generó un incendio que hizo estallar los 500 barriles de pólvora. Murieron más de 300 hombres.
¿Cuáles fueron las instrucciones que recibió Morillo para la Reconquista?
Un documento de carácter “Muy reservado”, fechado el 18 de noviembre de 1814, detalla las instrucciones. El objetivo militar principal era recuperar en el menor tiempo posible el orden en la “Costafirme hasta el Darién” y en la Capitanía General. Era fundamental hacerlo con el menor derramamiento de sangre por parte de “los amados vasallos de Su Magestad”. Luego se enviarían tropas al Perú y si aún sobraban recursos, al “Reyno de México”.
Estas instrucciones también contemplaban otros objetivos de orden político en los cuales se insistió mucho a Morillo. Según Gonzalo Quintero, “...se le repetía una y otra vez (…) que emplease ´todos los medios de dulzura´, que se publicasen ´indultos´, ´perdones´, [y] ´olvidos generales de lo pasado´. [También] asegurarse la colaboración de los funcionarios de la Corona, y muy especialmente de la Iglesia, para con quienes se le pedía que guardase el mayor respeto”. La historia demostró que sus objetivos no se cumplieron.
Hernández, Guillermo (Productor). Triana, Jorge Alí (Director). (1993). Crónicas de una generación trágica. [Serie] [Parte III - Crónica VI - La pacificación 1815-1816]. Colombia: Audiovisuales. Archivo Señal Memoria, VR C1P 243446 Crónicas De Una Generación Trágica CAP 06.
Una de las mejores encarnaciones de la figura de Pablo Morillo en el ambiente de los primeros meses de la Reconquista en la Nueva Granada se debe, en la televisión nacional, al actor Waldo Urrego. Aquí discute con Pascual Enrile algunos de los primeros objetivos que se le asignaron desde España. Las circunstancias de la campaña generaron un replanteamiento de dichos objetivos. La serie Crónicas de una generación trágica, en su sexto capítulo, recrea el fusilamiento de Francisco José de Caldas y una de las frases más famosas atribuídas al Pacificador: “España no necesita sabios”.
Epílogo
Nos dice Michael P. Costeloe en su libro La respuesta a la Independencia: “Para la mayoría de los españoles que participaron en el desdichado intento de salvar al imperio por medios militares, el fracaso no fue en ningún momento inevitable. [Independientemente de la corriente ideológica que representaban] cualquiera que fuese su opinión acerca de la política militar, fue sobre todo la falta de recursos en hombres y barcos, así como los fondos para obtenerlos, lo que finalmente impidió a España el restablecimiento de su dominio imperial en el continente americano”.
Autor: Javier Hernández