Por Luis Alfonso Rodríguez Norato
En 1991 se lanzó un programa realizado por Jairo Escobar y Hugo Millán, quienes quisieron a través de la edición de fragmentos de grabaciones audiovisuales de las dos primeras décadas de emisión de la televisión pública, revalidar la memoria visual del país, hasta ese momento caída en el olvido. El programa se llamó Teleayer. La selección de cada programa era tan variada como el contenido mismo del archivo fílmico guardado. Incluía desde piezas musicales y programas de variedades, hasta discursos presidenciales y eventos sociales y deportivos.
Precisamente uno de estos programas nos cuenta en detalle los pormenores de aquella primera vuelta ciclística a Colombia donde dos de sus grandes figuras, el ganador de la justa, “El Zipa Forero”, y el narrador deportivo Carlos Arturo Rueda, reviven ese año de 1951 donde las accidentadas vías del país vieron pasar una treintena de jóvenes luchando por cruzar en los primeros lugares de cimas míticas como el Alto de la Línea, Letras o Rosas, descender como saetas por pendientes a veces imposibles y atravesar valles y llanuras tras la meta final de cada uno de los tramos.
El año nuevo de 1951 trajo consigo el inicio de este evento, uno de los más recordados, no sólo en la historia del deporte, sino también en la historia nacional, la primera edición de la Vuelta a Colombia en Bicicleta.
Fueron 35 corredores o “routiers”, como eran llamados para ese momento los ciclistas, venidos de 7 departamentos del país, además de Venezuela y México, quienes asumieron el reto de completar un trazado de más de 1100 kilómetros distribuidos en 10 etapas. La aventura por las incipientes carreteras y caminos colombianos no era una tarea sencilla, máxime si se tiene presente que sumado a las difíciles altimetrías que cruzan las tres cordilleras andinas, la mayoría de vías eran de grava y arena principalmente.
El 5 de enero estaban ya preparadas las ciudades, los patrocinadores, los premios y toda la logística necesaria para largar desde Bogotá hacia Honda en la primera jornada. Fresno, Manizales, Cartago, Cali, Sevilla, Armenia, Ibagué y Girardot, fueron las ciudades que en los días subsiguientes recibieron multitudinariamente a los “héroes de las bielas” quienes en adelante engalanarían las páginas de las gestas deportivas colombianas.
Cada etapa se adjudicó a un patrocinador y un hotel de acogida. Empresas como Avianca, Bavaria, Lansa, El Tiempo, la Flota Grancolombiana, y hasta el Club Los Millonarios tuvieron su nombre en las pancartas de meta de los recorridos. El periódico El Tiempo fue el principal aportante y promotor del evento con una inversión inicial de $ 1000 pesos y el acompañamiento periodístico durante toda la vuelta.
Mientras el insigne hijo de la tierra de la sal, Zipaquirá, “el indomable Zipa”, se hacía dueño de la Vuelta pedalazo a pedalazo, un costarricense nacido en San José inventaba un estilo de narración deportiva en Colombia. El ingenio de Carlos Arturo Rueda para crear vía telefónica en muchas ocasiones, las situaciones de carrera imaginadas en tramos de los cuales no era testigo, unido a las transmisiones en vivo de las largadas y llegadas de cada una de las etapas, fue el comienzo de toda una era de oro en la locución del país. Su trabajo de narración del boxeo y el balompié nacional también hicieron famoso al “Campeón”, como fue llamado durante la mayor parte de su carrera profesional.
Cuando el miércoles 17 de enero “el Zipa” cruzó la meta en la llegada a Bogotá, no solo ganando la fracción desde Girardot, sino también coronándose campeón con más de 2 horas de ventaja sobre su más cercano rival, el antioqueño Roberto Cano, levantaba los brazos el deportista triunfador junto a la naciente figura de un héroe. En adelante, nombres como Ramón Hoyos, Roberto “Pajarito” Buitrago, Rubén Darío Gómez y Martín Emilio “Cochise” Rodríguez, entre muchos otros, se convertirían en bandera de las rivalidades deportivas regionales y en los ejemplos a seguir de niños y jóvenes por cuanto lugar pasaba la Vuelta o Colombia o llegaban las ondas radiales con relatos como los del “Campeón”, Carlos Arturo Rueda.