La imposición de las ideas republicanas no fue del todo bienvenida en algunos sectores del territorio de la Nueva Granada, y así como en la ciudad de Pasto, con el indio Agualongo, Santa Marta vivió episodios similares de contención a la avanzada patriota.
Entre otros protagonistas, Antonio Núñez, cacique de Mamatoco (población cercana a Santa Marta) organizó a su comunidad para enfrentar al ejército patriota comandado por Pierre Labatut, un antiguo pirata que había combatido en los ejércitos de Napoleón y había llegado a América acompañando al Generalísimo Miranda.
Samarios y Mamatoco
El día de reyes del año 1813, este francés entró a Santa Marta cumpliendo una misión que le había asignado Simón Bolívar: sacar a los españoles e implantar un gobierno al mando de los patriotas. Su ingreso fue combatido a sangre y fuego por los indígenas; tanto más porque Labatut y sus tropas saquearon, mataron y violaron. Meses más tarde, la retoma del territorio estuvo en manos de militares más avezados como el Almirante Padilla.
La historia del cacique de Mamatoco y de la resistencia de los samarios puso en entredicho la aceptación total del proceso de Independencia. Esta no fue un proyecto del todo incluyente o, por lo menos, así lo demuestra la teoría.