Por Antonio Ochoa Flórez
En la plataforma de RTVCPlay está disponible Crónicas de una generación trágica. Es una serie de ficción histórica de 1993 que recrea las historias de un grupo de jóvenes de familias criollas como Antonio Nariño, Camilo Torres, el Sabio Caldas y Pedro Fermín de Vargas, quienes pasaron a ser recordados como próceres de la Independencia colombiana. En la serie también se representan algunos personajes que muestran a los otros sectores sociales que componían y sostenían la sociedad colonial de finales del siglo XVIII e inicios del siglo XIX. Tal es el caso de Serena (interpretada por la cantadora Benigna Solís), una mujer afrodescendiente quien, teniendo la condición de libre en una sociedad esclavista, sostiene una relación amorosa con el francés Luis de Rieux (interpretado por Alberto Valdiri), médico, revolucionario y masón, amigo de los jóvenes criollos sobre quién ejerce alguna influencia.
Serena y De Rieux viven una historia de amor que supera diferentes obstáculos como la separación que viven a causa de las penas de destierro impuestas por las autoridades virreinales como castigo a las actividades revolucionarias de De Rieux y la censura que la misma sociedad esclavista hace de su relación, tal como lo manifiesta José Celestino Mutis al reprochar a su sobrino la amistad que sostiene con el médico francés que no oculta su relación con ella. Esto refleja el recelo que sentían las élites criollas al mestizaje y la libertad de los esclavizados.
El carácter público de esta relación se hace evidente en diferentes escenas, Serena se presenta como anfitriona de las visitas que los jóvenes criollos simpatizantes de las ideas de la Ilustración hacen a su casa, comparte con ellos espacios y eventos como las corridas de toros e incluso, está presente en la plaza cuando se ejecuta al comunero José Antonio Galán.
Sin embargo, esta relación se ve entredicha por las contradicciones entre los ideales de emancipación, promulgados por la Revolución Francesa, y la existencia misma de la esclavitud como institución social, pues a pesar de que el doctor De Rieux acompañó a Antonio Nariño y sus amigos criollos a imprimir la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, invierte en una hacienda que será trabajada por esclavizados traídos de África. Es allí donde Serena le recuerda la incoherencia de sus ideales revolucionarios frente a las personas esclavizadas, manifestándole que es “un revolucionario en Europa y un esclavista en América” al comprar personas del mismo color que ella.
En la serie, esta relación representa las tensiones entre algunos hechos históricos e ideológicos en el periodo en el que se desarrolla Crónicas de una generación trágica: la Revolución Francesa (1789), la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, la Revolución Haitiana (1791-1804) que concluyó con la abolición de la esclavitud y la independencia de esta antigua colonia francesa, gracias a la rebelión de los esclavizados, y las contradicciones producidas entre los ideales de libertad, igualdad y fraternidad personificados por De Rieux y los jóvenes criollos ilustrados y las realidades sociales del Nuevo Reino de Granada basadas en la discriminación, la servidumbre y la economía esclavista.
Serena simboliza los anhelos de libertad e igualdad que inspiraron los ideales de la Revolución Francesa, que influyó en los movimientos independentistas del Nuevo Reino de Granada. También es la voz de aquellos personajes que en la serie no pueden dar su opinión debido a las condiciones de servidumbre a las que se encuentran sometidos, tal como las mujeres sin voz frente a las decisiones de los criollos y españoles a quienes sirven.
La historia de Serena guarda también relación con otras como la presentada en la película Amores Ilícitos (1995) entre Alejandro, hijo de una de las familias más prestantes de Santafé de Antioquia, y la liberta Felipa Escudero; quienes son perseguidos por las autoridades coloniales al no someterse a las leyes que prohibían las relaciones entre personas de distinto color de piel.
Sobre Benigna Solís
Benigna Solís es una cantadora que nació en Guapi (Cauca), una población del litoral del Océano Pacífico. Proveniente de una familia de músicos y cantautores, ha trabajado en favor de la conservación y difusión de los cantos y ritmos tradicionales del Pacífico colombiano, así como en la gestión y realización de eventos y programas culturales como Yuruparí y el Festival de la Marimba de la Secretaría de Cultura del Valle, entre otros. En 1986 actuó en La Liberación de los Esclavos de la serie Revivamos Nuestra Historia y en 2002 participó en el disco Cantadoras del proyecto Ale Kumá. Actualmente dirige su propia agrupación musical: Belajé del Pacifico.
