Justo para la celebración de dos décadas de labores sin interrupción, la vigésima edición del Festival de Música Religiosa de Popayán tuvo que enfrentarse a los 18 segundos más largos en la historia de la capital caucana. A las 8 horas y 15 minutos de la mañana del Jueves Santo 31 de marzo de 1983, la devoción fue sacudida desde las entrañas de la tierra por un sismo de magnitud 5,5 en la escala de Richter. Y tras él, una sucesión apocalíptica de réplicas que amenazaron con acabar los restos de ciudad y festival. Aún así, uno y otro lograron mantenerse en pie.
Stella Dupont Arias, hija del fundador del evento, y quien fuera la cabeza del festival tras su muerte, recordó cómo “El día del terremoto cantamos en el patio del Monasterio el Réquiem de [Gabriel] Fauré, que al momento del temblor ensayabamos en el teatro. Como Edmundo logró sacar la Sinfónica de Colombia en un avión de la Fuerza Aérea, por temor a réplicas, se cantó a manera de plegaria con un piano viejito que yo tenía: lo tocó Harold Martina y la maestra Blanca Uribe le pasaba las partituras... También estuvo un tenor alemán de la Ópera de Colonia, que se arrodilló a cantar. En ese momento tembló de nuevo y todo mundo quedó quieto. Fue sobrecogedor. Por ahí hay una foto”[1].
También se encontraba allí Rafael Puyana (1931-2013), destacado músico colombiano, cuyo concierto estaba programado para el 1 de abril a las 11 de la mañana. En entrevista concedida al diario El Tiempo, relató: “Era un verdadero espectáculo macabro… empezó como un temblor muy extraño y profundo, como de caverna… y pensé ‘va a temblar’, porque recordé el temblor cuando pase mi niñez en Cúcuta donde murieron mis antepasados. Identifiqué el ruido...
Fui al baño y aquella cosa comenzó a moverse para un lado y para otro… tuve una reacción. De niño me enseñaron a que debería salir (sic). Mi abuela sobrevivió en los brazos muertos de mi bisabuela. Me acordé también de una oración a San Emilio. Luego me puse un pantalón y salí a los corredores y a la escalera. Fui uno de los primeros en salir a ver si bajaba al patio. Llegué a la escalera y estaba hundida: entonces entro en pánico, quedaba la del otro extremo, vi agrietarse las paredes. Bajé al patio… En los patios pasó el remezón. Pudo durar cinco segundos, 20 segundos, parece como una hora…
Dos de las torres de la iglesia del lado del Hotel Monasterio cayeron sobre él. Había una familia de un señor casado con una inglesa. El señor quedó sepultado con sus hijas. Su mujer se salvó porque estaba en el baño. Con varias personas removimos los escombros para sacarlos. Las hijas estaban ilesas pero el señor murió…
Luego salí a dar una vuelta por Popayán… una de las experiencias más terribles. Colombia ha perdido una de sus dos ciudades más bellas. Fue un verdadero espectáculo macabro”[2].
Sobre el Festival de Música de Popayán
Este evento surgió por iniciativa de Edmundo Mosquera Troya y José Tomás Illera, entre otros, en el año 1964. En aquel entonces sus presentaciones se vieron como interludios entre cada una de las reconocidas procesiones que caracterizan la Semana Santa en Popayán. Poco a poco la iniciativa fue tomando autonomía y si bien su desarrollo es inherente a la celebración católica, puede decirse que son dos eventos independientes.
Cerca de diez años antes del terremoto, la Radio Nacional de Colombia emprendió una labor de cubrimiento y grabación de los diversos festivales musicales y culturales desarrollados a nivel nacional. En el Archivo Señal Memoria reposan varias de las grabaciones hechas en Popayán, y los programas realizados posteriormente con el material recolectado.
El Festival en el Archivo Señal Memoria
En relación al Festival de Música Religiosa, la más antigua es del año 1975. Y si bien la labor continuó durante la década de 1980, ninguna grabación se conserva de aquella edición de 1983. Resulta lógico, pero así mismo enigmático si se tiene en cuenta que hay grabaciones de los años 1982 y 1984. Es muy probable que durante la trágica jornada, miembros de la emisora se encontraran en Popayán, como había sucedido en años anteriores y siguió sucediendo de manera posterior.
Para este momento, de aquello nada se sabe, pero es probable que en un futuro se encuentren algunas grabaciones de 1983. En ello consiste el enigmático encanto de un archivo. Por ahora, no solo resulta grato sino muy ilustrativo contar con grabaciones de muy diversos solistas y agrupaciones presentes durante los años que la Radio Nacional de Colombia también estuvo presente en Popayán.
Del año 1975, decimosegunda edición del festival, se cuenta con la grabación del concierto realizado por las agrupaciones “Los Barrocos de Guildhall”, de Londres, y “Conjunto Música Antigua” de Medellín. Sus directores, Philip Pickett y Marco Aurelio Toro, respectivamente. En otro de los conciertos intervino la Orquesta Virtuosi de Cámara de New York con la obra Triosonata en do menor de Pierre Prowor.
Por: José Perilla