Música clásica y masonería
En 1717 se constituyó la Gran Logia Unida de Inglaterra, que con el tiempo se constituyó en la “madre” de todas las logias modernas. De allí surgen los lineamientos filosóficos e ideológicos que tendrán todas las logias a las que pertenecieron los compositores de este listado. En el Archivo Señal Memoria tenemos música compuesta para sus ceremonias o simplemente inspirada en esa forma de ver el mundo. Mozart, Beethoven y Liszt son los tres nombres más conocidos de la música clásica que tuvieron este punto en común.
Mozart - Una pequeña cantata masónica
La masonería es una sociedad de tipo filantrópico, filosófico y progresista. Tiene sedes alrededor del mundo. Durante mucho tiempo fue una institución que se desempeñó como sociedad secreta. Esto básicamente no dice a muy grandes rasgos, que un grupo de hombres, con puntos de vista en común, sobre la sociedad, la religión y, por supuesto, la economía, se reunían y llevaban a cabo ceremonias de iniciación y demás ritos en torno al gran arquitecto del Universo.
Por años la masonería fue vista como un “gobierno en la oscuridad” que, al estar conformado por personas de alto poder adquisitivo, político e intelectual, tenían la capacidad de tomar parte o influir en decisiones que estaban más allá de cualquier sistema de gobierno. Gracias a este hecho, muchos estados a través de la historia (monárquicos, democráticos o dictatoriales) persiguieron a sus miembros y aun hoy se percibe con recelo su presencia, ya no tan secreta.
Por supuesto, esta sociedad no “existe”, pues la idea de organización de esta y de todas las sociedades secretas o instituciones similares es parecida a la de la película El club de la pelea: La regla uno para pertenecer al “club” es no hablar del club.
Mozart y la masonería
Fue el compositor que creó más música circunstancial vinculada a los ritos de la masonería. El siglo XVIII en Viena fue una época en que “todo el que fuera alguien” estaba vinculado a una logia. A Mozart se le invitó a unirse a la logia Concordia en 1784. Desde el comienzo tuvo un papel muy activo, fue aprendiz y maestro de la orden. En este espacio encontró un sitio de paz y libertad donde podía expresar libremente sus opiniones sin que mediara la censura imperial. Allí compuso marchas fúnebres, cantatas, canciones y demás obras musicales de circunstancia para acompañar las ceremonias.
La obra más conocida, en la que se encuentran insertas referencias a la masonería, es su ópera La flauta mágica. Al final del segundo acto, encontramos al protagonista, Tamino, en una especie de rito de iniciación donde dos guardias le preguntan el propósito que tiene para entrar al palacio que están custodiando. Y Tamino responde:
Mozart – La flauta mágica – Escena 8
Ninguna muerte me quitará
de obrar como un hombre,
de continuar recorriendo
el camino de la virtud.
Abridme las puertas del espanto,
osaré alegremente la audaz carrera.
Una de las joyas que tenemos en el Archivo Señal Memoria es un disco de 1950 con toda la música masónica de Wolfgang Amadeus Mozart. Después, Franz Joseph Haydn fue llevado a la masonería por Mozart.
Franz Joseph Haydn fue llevado a la masonería por Mozart
Seguimos en Viena donde había una gran cantidad de logias masónicas. Por un decreto imperial, estas debieron fusionarse y sólo quedaron cuatro en toda la ciudad. Mozart llevó a Haydn en 1784 a una de estas logias llamada La Verdadera Concordia. Pero Haydn no era tan buen miembro de la logia y fue suspendido por más de dos años de sus funciones, mientras Mozart seguía siendo muy activo en los encuentros. No obstante, algo de los postulados de la masonería se pueden apreciar indirectamente en su oratorio La creación
Haydn – La creación – La gran obra se ha completado
La gran obra se ha completado,
el Creador la contempla y se regocija.
¡Que nuestro gozo resuene bien alto!
¡Que nuestro canto sea de loa al Señor!
Franz Liszt, otro gran masón
En 1844 Liszt se inició en la masonería en la logia Unidad, ubicada en Frankfurt. Al igual que Mozart, fue aprendiz y ascendió a maestro en 1870. Curiosamente en una época en que la iglesia no veía con buenos ojos a la masonería, Liszt tenía una gran amistad con el papa del momento, Pio IX e incluso se había ordenado como franciscano, a pesar de haber tenido una vida un tanto disoluta.
Liszt – Rapsodia húngara n° 2
Por: Javier Hernández
