En su programa Teatro dominical, la Radio Nacional de Colombia, hoy Señal Radio Colombia, presentó Las moscas, una adaptación para el radioteatro del drama del mismo nombre escrito por el escritor y filósofo francés Jean-Paul Sartre (1905-1980). El asunto de la obra de teatro escrita por Sartre es el mismo de Las Coéforos, tragedia que, junto a Agamenón y Las Euménides, conforma la trilogía La Orestía o La Orestíada, del dramaturgo griego Esquilo (525-455 a.C.). El joven Orestes regresa de incógnito a Argos, su ciudad natal, se reencuentra con su hermana Electra y venga la muerte de su padre, el rey Agamenón, asesinado años atrás por Clitemnestra, su madre, que cometió el crimen en complicidad con Egisto, usurpador del trono de Agamenón y actual rey de Argos.
En la trilogía trágica de Esquilo, Orestes se libera de la cadenas de la Erinias, criaturas divinas que lo persiguen para cobrarle el asesinato de Clitemnestra. Orestes se libra del castigo gracias a la intervención de la diosa Atena, que debe lidiar con las Erinias para poner fin al ciclo incesante de venganzas por la sangre derramada. En La Orestía, los dioses siguen reinando sobre los hombres, aunque la justicia que decretan ya no se sustenta en la retaliación. En cambio, en Las moscas Orestes se libera de la divinidad, descubre que Júpiter, "soberano de los dioses", reina sobre los hombres gracias al remordimiento. Las moscas de la carne que invaden Argos simbolizan el imperio de los muertos sobre los vivos y el poder incuestionado de Júpiter, dios de las moscas y de la muerte. En la obra de Sartre, el culto a Júpiter perpetúa la memoria de las faltas, fomenta un sentimiento de culpa perenne que no admite redención ninguna para los habitantes de Argos.
El Orestes de Sartre, al contario del de Esquilo, no ha vuelto a Argos con el deliberado propósito de vengarse. Pide a los dioses una señal para saber si debe matar o no los asesinos de su padre. Esta señal no se hace esperar: debe perdonarlos. De repente, el semblante de Orestes se transforma. Acaba de descubrir que puede desobedecer la señal divina y hacer lo que su voluntad le manda. Siente que algo muere en él y experimenta un gran vacío, el de saber que nada superior lo orienta, que está solo y liberado a su albedrío. No niega la existencia, ni el poder de los dioses, solo su potestad sobre los seres humanos, que sus palabras rebajan a fabula al final de la obra: "Eres el rey de los dioses, Júpiter, el rey de las piedras y de las estrellas, el rey de las olas del mar. Pero no eres el rey de los hombres"
La versión radial de Las moscas omite el momento en que Orestes descubre su libertad y el vacío que ella tae consigo, aunque no omite el momento en que Júpiter, desenmascarado por Orestes, afirma que gracias a la tela que los dioses tienden sobre los hombres, se les oculta "su obscena e insulsa existencia, que han recibido para nada". En Las moscas, ganar la libertad frente a los dioses es perder el sentido y la gracia que prodigan a quienes no soportan transgredir la arraigada necesidad de ellos. La omisión de este pasaje se debe, posiblemente, a la necesidad de pasar completa la obra en un radioteatro de un poco menos de una hora de duración.
Las moscas compara dos tipos de libertades, aquella de la que reniega Orestes a su arribo a Argos, la libertad de un hombre exiliado, sin patria, ni ataduras, que el joven equipara a un ingrávido hilo de telaraña; y la de no estar sujeto a los dioses, que descubre en la ciudad y lo exime de rendirles culto. Federico Vera Díaz hizo la versión radial de Las moscas, Gonzalo Vera Quintana musicalizó y dirigió la obra, y la grabación y el montaje estuvieron a cargo de Hernando Niño Acero. El elenco estuvo conformado por los actores Flor Vargas, Fabio Camero, Alfredo González, Jaime Quiceno, Gladys del Campo, Ana Mojica y Julio Jiménez. Las moscas está identificada con el código CD009725 y se puede escuchar en el catálogo de Señal Memoria.
Carlos Fernández
Fecha de grabación: desconocida.
Fecha de emisión: desconocida.
Lugar de grabación: Radio Nacional de Colombia, Bogotá.
Referencias: siglos V y VI a.C. (vida de Esquilo), siglo XX (vida de Jean-Paul Sartre).