La contradanza contó con especial arraigo en el gusto popular americano durante el siglo XIX. Su importancia se manifiesta, además, por el desarrollo que tuvo este género en el continente, del cual dependió el surgimiento de géneros como el danzón, la danza habanera y, ya en el siglo XX, la salsa.
En el contexto del actual territorio colombiano, durante el siglo XIX también vivió María del Carmen Caicedo, hija del presidente Domingo Caicedo. Nacida en 1818, su educación incluyó la música, particularmente la interpretación de guitarra. A ello se debe la existencia de un cuaderno de obras para guitarra que ilustra no solo el gusto sino además las características que tuvieron la contradanza y otros géneros de baile, como el vals, el bambuco y el “baile inglés”.
El cuaderno reposa en los archivos del Patronato Colombiano de Artes y Ciencias, entidad que se encargó de publicar años atrás un disco elepé con algunas de esas obras interpretadas en guitarra por Gentil Montaña y también en arreglos para diversos conjuntos de cámara. Estos últimos fueron realizados por Blas Emilio Atehortúa.
El disco se titula Confidencias de una guitarra del siglo XIX. Una copia se conserva en la Fonoteca de Señal Memoria, con el código CD11744. Se presenta con este texto un clip de audio basado en extractos de las piezas “La cojera”, “El aguacerito” y “La libertadora”.
José Perilla
