Según dicen quienes alcanzaron a conocerle, Mallarino era capaz de recitar de memoria el teatro griego o la poesía de José Asunción Silva, Julio Flórez y Porfirio Barba Jacob, uno tras otro. El encontró en la radio el medio para ampliar su audiencia y la audiencia para la obra de sus autores favoritos. Mallarino fundó la Escuela Nacional de Actuación Dramática - Enad.
En ese entonces, el surgimiento de un renovado teatro estaba en mora, sobre todo por la carencia de actores formados en los lenguajes y técnicas que empezaban a tener auge en el mundo. En la Enad se formó una pléyade de actores de televisión, radio y teatro. En palabras del propio Mallarino: "La escuela de arte dramático pretende, precisamente, llenar uno de esos vacíos, pero pretende llenarlo sin pausa y sin prisa porque no es posible de la noche a la mañana crear un grupo de actores y de autores cultos -que es lo que ante todo persigue la escuela-, para que puedan ponerse en contacto con el público ya en forma decorosa y eficaz.
Es decir, a las clases que la escuela de arte dramático tiene como académicas, podríamos decir, de simple información, como la de historia del arte, la historia del teatro, la historia de la cultura referida a ciertas manifestaciones escénicas en forma sumaria, los ejercicios de improvisación sobre el escenario conjuntados todos ellos con los ejercicios de dicción, de interpretación, de dirección escénica, pretende hacer un conjunto que permita al actor, como se ha indicado antes, no sólo poder actuar en el escenario, sino traer un bagaje de cultura que lo capacite para renovar ese teatro que en nuestro idioma no está viviendo precisamente una de sus horas más afortunadas, creo yo que en mucha parte, no sólo porque el público se ha retraído de las salas de espectáculos, sino, porque lo actores son gentes confiadas simplemente a su temperamento y no a su labor de gentes de cultura, es más, entre nosotros quizá una de las razones, y son varias y arduas, por las que el teatro no tiene la calidad como género literario que tienen otras manifestaciones, la poesía, la oratoria, el ensayismo, podría ser la de que nosotros hemos estado "empeñados" para usar una expresión frecuente entre los músicos, en “tocar de no conociendo la partitura, sino al oído”. De manera que los autores entre los cuales ya digo, existen magníficos, no quiero citar ninguno por no olvidar algún nombre interesante dentro de este género, los autores, muchos de ellos, han creído que basta tener inspiración para escribir teatro sin seguir la técnica característica de ese género.
Los actores a su criterio han creído que basta con la inspiración y el temperamento sin seguir la técnica. Sería muy interesante poder conjuntar entre nosotros en una compañía titular por ejemplo, la compañía titular del Teatro de Colón un plantel de profesionales de primera calidad alrededor y junto a los cuales fueran practicando los aficionados mas destacados colombianos y desde luego los alumnos de la escuela de arte dramático que tendrían como cauce natural, al acabar sus estudios, desembocar en la compañía titular. Sería, en otras palabras, hacer lo que se hizo con la Orquesta Sinfónica y dentro de un ejemplo trivial que he citado yo otras veces y que, probablemente puede escandalizar a algunos pacatos, hacer lo mismo que se hizo con el fútbol, traer una serie de elementos técnicos de gran preparación que jueguen directamente con los nuestros para que el día de mañana puedan ser los nuestros los que, ya dueños de esa técnica, puedan jugar solos.