El programa era dirigido por Andrés Pardo Tovar y los profesores fueron el ingeniero Enrique Uribe White, el ingeniero y musicólogo Otto de Greiff y el historiador Enrique Otero Dacosta, quienes respondían las preguntas que enviaban los concursantes, en el caso de no ser respondida, el autor de la pregunta recibía un premio en dinero. Este programa duraría más de cinco años en el aire. Desde ese momento la radio, que ya era un medio para la promoción de productos de consumo incluyó en su programación concursos para poner a prueba conocimientos y talentos.
Vendrían luego Coltejer toca a su puerta en la Voz de Antioquia, Dímelo con música, en la Emisora Nueva Granada y otros como El Telefonazo Lúa (que habitualmente infartaba la red de teléfonos de Medellín); Cántela si puede y uno muy recordado: La Hora Philips, en Emisoras Nuevo Mundo. La realización en vivo y en directo de estos concursos implicaba grandes inversiones en tecnología, pero a la vez le permitía a las emisoras ganar más audiencia.
La Hora Philips , así como aquellos concursos con los que competía, le permitieron a los oyentes escuchar y también ver en vivo a cantantes reconocidos como Pedro Vargas, Charles Aznavour Libertad Lamarque o Hervé Vilard. Todos ellos venían a animar el concurso y a los participantes que se convertirían en los nuevos talentos colombianos (Harold, Jesús David Quintana, Silva y Villalba). Este programa contó con la conducción y la voz emblemática del maestro Jorge Antonio Vega, actual presidente de la Asociación Colombiana de Locutores.
La llegada de la televisión hizo que los concursos lentamente fueran desapareciendo del medio radial y pasaran a la pantalla chica. Actualmente, en la radio no se dan concursos con tan notables despliegues, sin embargo persisten las rifas y las llamadas sorpresa con santo y seña para competir por premios y seguir así, cautivando sintonía.