En 2012, abrió la exposición “Sociales, Débora Arango llega hoy”, donde exhibió parte de su obra. Cincuenta óleos y acuarelas en los que se evidenció su carácter como pionera del arte moderno en Colombia.
Arango tuvo que luchar durante toda su vida contra los prejuicios y el rechazo de las élites políticas colombianas, debido en gran parte a la crítica social contenida en varios de sus cuadros sobre la época de La Violencia como Huelga de estudiantes, El tren de la muerte, Los derechos de la mujer, La lucha del destino, Justicia, El almuerzo de los pobres.
En el Archivo Señal Memoria recordamos los testimonios de esa exposición, en que se habló de cómo sus retratos de sociedad, ejecutados en los años cincuenta, indagaban sobre temas muy puntuales como: la condición de género; el rol de la mujer en la sociedad colombiana; el papel que tuvo la educación femenina a partir del estereotipo mariano; la aparición de la mujer en el campo laboral; la representación de lo femenino en la producción artística de Débora Arango.
Así mismo, se abordaron los debates generados a partir de las rupturas que la artista presentó en su obra con respecto al canon tradicional del arte y la belleza femenina del siglo XIX.
Entre los que intervinieron se encuentran: Oscar Roldán Alzate, curador; Cecilia Fajardo, curadora del MOLAA (Museo de Arte Latinoamericano de Los Ángeles); Rocío Aranda, curadora asociada del Museo del Barrio en Nueva York; y Efrén Giraldo, ensayista y crítico de la Universidad Eafit de Medellín.
Cecilia Fajardo, curadora del MOOLA
Cecilia Fajardo habló de la representación de la mujer en la obra de la artista, de cómo su obra se convirtió en vocera de la modernidad gracias a su trabajo sobre el cuerpo femenino y el desnudo. Diferencia cada una de sus etapas: los años 30, los 40 y los 50, y en cada uno ubica sus obras dentro de un contexto social, donde se aprecia que la mirada de Arango era la de crisis, fragmentación, desvaloración. Habló de la condición social de la artista en torno al hecho de que a pesar de venir de una familia adinerada, decidió interesarse por el tema social. Por eso pintó trabajadoras sexuales, enfermas mentales, mujeres en cárceles, mujeres que consideró víctimas de la sociedad.
Rocío Aranda, curadora asociada del Museo del Barrio en Nueva York
Rocío Aranda hizo una comparación entre las obras de Débora Arango y las de otros artistas como la pintora americana Alice Neel, quien también utilizó el cuerpo femenino como objeto de crítica social. Además retrató a sus amigos y vecinos en New York. Igualmente se refirió a otros artistas contemporáneos de Arango.
Efrén Girando, crítico e historiador del arte de la Universidad Eafit.
Efrén Giraldo se refirió a la manera en que se construyen los valores estéticos y cómo se traducen en la pintura. Deduce que la obra de Arango no se tomó en cuenta en su momento por los prejuicios de la época, por la dimensión narrativa presente en su pintura. Una dimensión fuertemente ligada al concepto de identidad desde una mirada pesimista.
Oscar Roldán Alzate, curador de la exposición
Oscar Roldán habló de la representación de la realidad en la obra de Debora Arango. Su ponencia giró alrededor de una frase que surgió de la investigación y que reunía las 4 categorías de la representación: retratos de sociedad, desnudos femeninos, paisaje social y bodegón: “La obra de Débora Arango es un retrato al desnudo del paisaje social colombiano vuelto naturaleza muerta”.
