En 1948, a sus 17 años, el Zipa Forero corrió para ganarse un reloj. Tal fue el inicio de una carrera increíble, cuyo cenit fue ganar la primera Vuelta a Colombia, al coronar siete de las diez etapas de la carrera, en la que participaron 35 corredores. Representó a Colombia en eventos como los Juegos Centroamericanos, la Route de France, los Juegos Bolivarianos de Venezuela, la Vuelta a Río de Janeiro, los Juegos Centroamericanos de México, etc. En 1961, con 31 años, el Zipa se retiró. Una década fue suficiente para inscribir su nombre en los anales del ciclismo y el deporte colombianos
La decisión fue sencilla. Racional. Él no tenía reloj, y lo necesitaba. Como el premio era un reloj doble de pulso, decidió correr. Era la Doble a Chía, que partía de su Zipaquirá natal, en Cundinamarca. Él, de 17 años, apenas había empezado a montar bicicleta. La utilizaba para ir al trabajo. Pero quería ese reloj, ese reloj doble de pulso. Entonces compitió. Y ganó. Era 1948 y así llegó la primera victoria de la carrera de Efraín Forero Triviño.
Con el paso del tiempo lo apodaron Zipa, por su lugar de nacimiento. Fue un 4 de marzo de 1930 cuando nació. Luego, también, lo apodaron El Indomable. Y esa chapa no necesita explicación, es sello de cómo pedaleó el Zipa para hacerse con todo tipo de triunfos y pasar al Olimpo del deporte colombiano. Después de ganar esa primera carrera como sin querer queriendo, no planeaba seguir en el ciclismo. Pero llegó a Bogotá y continuó corriendo… y ganando. Fue una carrera titánica que empezó como por accidente.
Quizás sepan cómo sigue esta historia: la primera Vuelta a Colombia. Pero, antes de correrla, hay algo más qué contar. Cuando le preguntaron al Zipa cuál era el recuerdo más bonito que tenía de toda su carrera se devolvió hasta antes de esa ocasión gloriosa. Se devolvió hasta una vez que fue a correr a Guatemala, en los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Apenas llevaba medio año corriendo, pero pedaleó incansablemente y lideró a su equipo para coronar la competencia de persecución. Subir al podio, al escalafón más alto, como representante de Colombia fue un orgullo enorme. Ese fue el recuerdo que más llegó a atesorar en toda su carrera.
El miércoles 17 de enero de 1951, el Zipa Forero cruzó la meta en Bogotá. Había ganado la primera Vuelta a Colombia luego de salir vencedor en siete de las diez etapas de la competencia y le llevaba más de dos horas de ventaja al segundo, el antioqueño Roberto Cano. Fueron en total 35 corredores que recorrieron 1.100 kilómetros. A través de las azarosas carreteras colombianas, de sus valles, llanuras y montañas, el Zipa pedaleó incansablemente. Bogotá, Honda, Fresno, Manizales, Cartago, Cali, Sevilla, Armenia, Ibagué y Girardot fueron las paradas de la Vuelta, cuyo principal patrocinador fue el periódico El Tiempo.
Así recuerda el Zipa su paso por la competencia, con detalles que muestran la competitividad y la fraternidad que se forjaban al interior de la carrera.
[Fragmento - Entrevista: El Zipa Forero]. Archivo Señal Memoria, UMT 204150.
A pesar de su reticencia inicial, el Zipa representó a Colombia en eventos varios: la Route de France, los Juegos Bolivarianos de Venezuela, la Vuelta a Río de Janeiro, los Juegos Centroamericanos de México y un etcétera que se extiende. Sin embargo, en 1961, apenas diez años después de esa primera Vuelta a Colombia y con solo 31 años, el Zipa se retiró, presuntamente porque estaba cansado de tener que buscar patrocinios para poder seguir compitiendo.
En el programa Hoy y mañana de 1997, el Zipa Forero reflexionó sobre cómo había cambiado el ciclismo colombiano a lo largo de los años durante el siglo XX, quién era el mejor de la historia del país y otras joyas analíticas del ciclismo nacional.
Maldonado, Eduardo (1997). Hoy y mañana [Efraín Forero Triviño]. Inravisión - Señal Colombia. Archivo Señal Memoria, BTCX30 016735.
Aun así, una década bastó para inscribir su nombre en los anales del ciclismo y el deporte colombianos. El periodista Mauricio Silva, autor del libro de ciclismo La leyenda de los escarabajos, define al Zipa Forero como el primer ídolo deportivo del pueblo colombiano, con el que el pueblo se identificó plenamente. Como señala Silva, el inicio de la carrera de Forero coincidió con El Dorado, esa época gloriosa de Millonarios y el fútbol colombiano. Los nacionales lo hacían bien, pero las estrellas eran de afuera: Alfredo Di Stéfano, Adolfo Pedernera, René Pontoni, Julio Cossi, Néstor Raúl Rossi. Y fue el Zipa, desde Zipaquirá, el que mostró a Colombia qué significaba ganar siendo colombiano. Silva, además, destaca su figura mestiza y su coraje como factores que lo hicieron receptor del apoyo y los corazones de todo el país.
Y el Zipa Forero también es uno de los principales responsables, señala Silva, de la afición por el ciclismo que empezó a intensificarse a mediados del siglo XX y que ha ido creciendo hasta hoy. Claro, esta afición ha sido impulsada y fomentada por talentos como Lucho Herrera, Nairo Quintana y Egan Bernal. Justamente, el Zipa se erige en la historia como alguien que pavimentó la carretera por la que luego rodaron todos los escarabajos. No ha sido el único, ni mucho menos, así estas palabras exaltadas lo hagan parecer por un momento. Nombres de la altura de Ramón Hoyos y Martín “Cochise” Rodríguez deben ser mencionados entre esos pioneros que marcaron la historia del ciclismo profesional en Colombia. Aun así, ese primer título pone al Zipa Forero en un lugar muy especial.
Érase una voz, la serie animada de RTVCPlay, incluye un capítulo del Zipa Forero. Esta serie parte de entrevistas del Archivo de Señal Memoria que recuerdan las anécdotas o narraciones de personajes significativos para la historia de Colombia, como Eduardo Caballero Calderón, Alberto Piedrahíta Pacheco, Julio Cesar Turbay, Alejo Durán, Gabriel García Márquez y María Isabel Urrutia. La animación, por su parte, le agrega un toque de diversión para adentrarse en estos relatos que también son parte de nuestra cultura popular.
Autor: Santiago Cembrano