Ficha Técnica
Cada 1 de mayo se conmemora el Día Internacional de los Trabajadores y las luchas que a lo largo de la historia los obreros y sindicatos han librado por sus derechos. La jornada laboral de ocho horas, por ejemplo, surgió de protestas a finales del siglo XIX, y de esas protestas en Chicago (y las personas muertas en ellas) surgió este día.
Cada año, entonces, esta fecha es una ocasión para que los trabajadores se tomen las calles y enuncien sus reclamos. El panorama laboral ha cambiado profundamente desde hace 200 años, por lo que los objetivos del día han mutado. Sin embargo, se ha mantenido el espíritu crítico y la búsqueda de relaciones de trabajo más justas y que apunten hacia una mayor igualdad.
El Día de los Trabajadores, aunque suele ser un día festivo, no es un día de fiesta. No se celebra, se exigen los derechos. Y aún así, las marchas alrededor del mundo no capturan todo lo que es el trabajo, las diferentes aristas que puede tener para una persona y una comunidad. El trabajo es sustento, identidad, misión, búsqueda, transformación, tradición.
En ese sentido, el trabajo también es celebración. En Rionegro, Antioquia, el oficio de ser cotero (trabajar en plazas de mercado y cargar bultos y costales pesados llenos de alimentos) es aplaudido con una carrera de coteros. Así, cada año lo que es la actividad cotidiana brilla de forma especial en esta ocasión. La comunidad muestra el aprecio que tiene por los que la desempeñan y los trabajadores muestran su orgullo de pertenecer al gremio.
Así se ve en este fragmento de “Plus: Especial día del trabajo” (2009), dirigido por Pablo Cortés.
Autor: Santiago Cembrano