Ficha Técnica
El Día Nacional de la Afrocolombianidad se conmemora cada año el 21 de mayo porque, en 2001, la Ley 725 estableció que esta fecha sería un homenaje a los 170 años de abolición de la esclavitud en Colombia. Sí, el 21 de mayo de 1851 el presidente liberal José Hilario López decretó la libertad definitiva de todas las personas esclavizadas en el país.
Aunque el Día de la Afrocolombianidad es una celebración de su aporte histórico al país en términos culturales, sociales, económicos, políticos y más, también es un recordatorio de la discriminación histórica que los afrocolombianos sufren y han sufrido. El racismo no es cosa del pasado, sigue existiendo hoy en 2021, quizás de otras formas. Este día es para tener eso en cuenta y, sobre todo, para pensar en cómo cambiarlo.
De acuerdo con el más reciente censo realizado por el Dane, la población afro en Colombia representa el 10.6 %, más de 4 millones de personas, que se ubican principalmente en los departamentos de las costas Caribe y Pacífica. Y viven en condiciones más difíciles que el resto de la población: el censo reveló que la cobertura de energía eléctrica, acueducto, alcantarillado, gas natural, recolección de basuras e internet es menor que el del total porcentaje total nacional.
La cultura afrocolombiana hace parte de nuestro tejido social nacional. Está en la comida, en el arte, en la forma de vivir y ver la vida. Y esta comunidad va más allá del folclor: la primera Ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación, Mabel Gisela Torres, es afrocolombiana, de Bahía Solano, Chocó.
Gracias a Mayeeley Mini Kusuto, un documental de Teresa Saldarriaga de 1997 que hace parte de los archivos de Señal Memoria, podemos acercarnos a San Basilio de Palenque, una vigorosa comunidad de resistencia afrocolombiana, y entender su relación con la música, la importancia del Festival de Tambores y el orgullo de ser palenquero y afrocolombiano.
Autor: Santiago Cembrano