Ficha Técnica
En agosto de 2016, un cóndor andino vestido de rojo sobrevoló las montañas cantábricas entre las que se esconden los míticos lagos de Covadonga, en la gran “etapa reina” de la Vuelta a España, que había sido coronada por banderas colombianas más de dos décadas atrás por el legendario Lucho Herrera. Nairo Quintana pasó así a la historia del ciclismo mundial, ganando el título en Madrid y poniendo en alto el nombre de los “escarabajos” colombianos, ya con la corona del Giro de Italia 2014 a cuestas y con un repertorio de títulos que en los próximos años no harían sino aumentar.
Aquel año Nairo volvió a Colombia para ser recibido como héroe nacional, y antes de su llegada los preparativos para su homenaje ya estaban adelantados en Arcabuco, el municipio boyacense donde estudió y desarrolló sus habilidades deportivas. En el programa El Atardecer, de Radio Nacional de Colombia, la locutora Luisa Fernanda Piñeros le presenta al público bogotano las declaraciones de Víctor Hugo Silva, alcalde de Arcabuco, que gestionó la construcción de un parque bio-saludable en honor al pedalista colombiano. El parque en cuestión cuenta con 2.800 metros cuadrados de longitud, incluyendo zonas verdes, el escenario y la escultura dedicada a la memoria de Nairo, y se ubica a la entrada del municipio, frente al colegio al que asistió en su juventud.
Silva recuerda con cariño las épocas en que Quintana se iniciaba en el ciclismo y en que él, como alcalde, impulsó y ayudó a los jóvenes ciclistas con materiales deportivos y los acompañó en las competencias clásicas regionales. En esas épocas, como ahora, Nairo era un joven humilde y buen amigo, entregado a su deporte y a su familia, luego de ostentar títulos europeos.
