Alfonso López Pumarejo / Darío Echandía Olaya (presidente designado)
Alfonso López Pumarejo fue un político, estadista y empresario colombiano. Ocupó la presidencia de la República en dos periodos (1934-1938 y 1942-1945) tras ser elegido popularmente; sumados sus dos periodos, fue el gobernante que durante más tiempo ocupó el poder durante el siglo XX en Colombia. Nació en 1886 en Honda; hijo del empresario y banquero Pedro A. López y de Rosario Pumarejo Cotes, oriunda de la costa Caribe. Contrajo primeras nupcias con María Michelsen; fruto de ese primer matrimonio nacieron cinco hijos, entre los cuales está Alfonso López, quien fue presidente en 1974. Tuvo un segundo matrimonio con Olga Dávila. Falleció en 1959 a los a los 73 años de edad en Londres, donde se desempeñaba como embajador.
Tomó varios cursos de Economía y Hacienda Pública en Nueva York y Londres, y clases particulares con Miguel Antonio Caro y Lorenzo Lleras. Su experiencia profesional inició en el mundo del comercio del café, los negocios y la banca, áreas que tendrían un gran impacto en su concepción política y sobre el papel del Estado con respecto a la economía y el progreso financiero de una sociedad. No obstante, las raíces de su carrera política están en el periodismo, donde colaboró con periódicos como El Liberal, El Republicano y el Diario Nacional. Junto con otros jóvenes, fundó el Movimiento Republicano, aunque después pasó a militar en el Partido Liberal. En 1915, López fue elegido diputado para la Asamblea del Tolima; en 1918 fundó el Banco Mercantil Americano; fue representante de la Cámara en 1925, y senador en 1930. En 1929 presidió la convención nacional del Partido Liberal y en varias ocasiones ocupó la jefatura de esa agrupación política.
Sucedió en la presidencia a Enrique Olaya Herrera en 1934, en una contienda electoral en la que los conservadores se abstuvieron de participar. López inició su primer mandato bajo el lema «La Revolución en Marcha», un programa de gobierno progresista orientado a la modernización del país y a su ingreso en el ámbito de la economía capitalista por medio de políticas agrícolas e industriales y reformas en los regímenes agrario, laboral, tributario y judicial, así como en la educación universitaria. Trabajó activamente en la consecución de nuevos mercados internacionales para el café.
En 1942, López volvió a ocupar el puesto más poderoso de la nación. Aunque esta vez lideró un gobierno mucho más moderado que el anterior, logró impulsar la reforma constitucional de 1945. Pese a esto, la oposición de Laureano Gómez, la fractura interna del Partido Liberal y algunos problemas familiares, debilitaron su mandato. En julio de 1944 sufrió un fallido golpe de Estado en Pasto, reflejo del descontento de las élites y la agudización de la crisis. La crisis política, el descontento social, entre otros factores condujeron a López a renunciar a la presidencia, que fue asumida por Alberto Lleras Camargo.
López Pumarejo fue uno de los más destacados estadistas del siglo XX en Colombia. En un contexto internacional dominado por los totalitarismos, el legado ideológico de López logró transformar el panorama político y social del país con énfasis en políticas progresistas con alto contenido social, sin poner en juego la democracia. De esta manera, López dejó por sentada, en las bases políticas del país, la función elemental del Estado moderno como agente activo de desarrollo para una sociedad, implementando una política económica intervencionista. A raíz de la reforma fiscal y tributaria, el Estado dinamizó sus recursos en formas de inversión, financió el gasto público e, inspirado en el criterio keynesiano, creó empleos con gasto estatal. El legado de López transformó la cultura política del país, en tanto que abogó por la libertad política, hizo posible una mayor participación social y abrió espacios de representación ciudadana.
Darío Echandía Olaya
Presidente designado: 1943-1944
Nacimiento: 31 de enero de 1886 (Honda, Tolima)
Fallecimiento: 20 de noviembre de 1959 (Londres, Inglaterra)
Áreas de formación: Política, Periodismo y Economía
Partido Político: Liberal
Darío Echandía fue un político, estadista, jurista y diplomático tolimense. Ocupó tres veces la presidencia de la República en calidad de primer designado. Nacido en 1897 y oriundo de Chaparral (Tolima), fue el mayor de siete hijos de Vicente Echandía Castilla y Carlota Olaya Bonilla. Contrajo nupcias con Emilia Arciniegas Castilla en 1936. Murió en su ciudad natal a los 92 años, en 1898.
Cursó sus estudios primarios en la escuela pública de Chaparral y culminó su educación secundaria en Bogotá, en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario; en la misma institución continuó con su educación profesional en Derecho y Ciencias Políticas. En 1917 obtuvo el título de abogado y fue diputado en la Asamblea Departamental del Tolima. Más adelante ocupó el cargo de juez civil en Ambalema, magistrado en el Tribunal Superior de Ibagué y gerente del Banco Agrícola Hipotecario de Armenia.
La vida política de Echandía inició con su vinculación al Partido Liberal y su activa participación en la campaña electoral de Enrique Olaya Herrera en 1930. Durante la convención regional del liberalismo conoció a López Pumarejo -jefe de la agrupación política-, lo que dio inicio a una larga amistad y a una cercana relación profesional. Tras el triunfo de Olaya Herrera, López ocupó el cargo de embajador en Londres, por lo que la Dirección Nacional Liberal (DNL) pasó a manos de Echandía. En 1931 fue senador y en 1934 volvió a la DNL, donde su liderazgo fue clave para llevar al poder a López Pumarejo en las elecciones de 1934. Durante el mandato de este, Echandía fungió cargos ministeriales en las carteras de Gobierno y Educación, además de ser uno de grandes ideólogos en las políticas y reformas llevadas a cabo en «La Revolución en Marcha». De hecho, fue una figura central en la reforma de la Constitución de 1936. Para las elecciones de 1937 presentó su precandidatura como sucesor de López, pero después declinó en favor de Eduardo Santos, para evitar una mayor fractura en el Partido Liberal. Ese mismo año aceptó la embajada en la Santa Sede, donde tuvo la responsabilidad de negociar la reforma al concordato de 1887.
Durante la segunda administración de López, Echandía ocupó el cargo de ministro de Gobierno y, por primera vez, fue elegido por el Congreso como primer designado entre 1943 y 1944, cuando el primer mandatario tuvo que ausentarse de su cargo durante nueve meses. Asumió por segunda vez la designación presidencial durante el golpe de Pasto, entre el 10 y el 11 de julio, frente a la sublevación dirigida por el coronel Diógenes Gil, quién privó de la libertad a López y reclamó su renuncia. Asumido el mando por parte de Echandía, este logró alinear a las Fuerzas Militares, la Iglesia, las instituciones estatales y el pueblo, clamó la libertad del presidente y restituyó el poder y el orden presidencial.
En 1946 se postuló por segunda vez a la presidencia como candidato del liberalismo y, también por segunda vez, decidió renunciar a su aspiración debido a la postulación de otros candidatos liberales que representaban las dos tendencias ideológicas internas del partido: Gabriel Turbay y Jorge Eliécer Gaitán. Tras su dimisión, aceptó la embajada en Londres y asistió a la primera asamblea de la ONU. A su regreso a Colombia y tras la muerte de Gaitán en 1948, aceptó hacer parte del gabinete de Ospina pero, al igual que otros liberales, optó por renunciar, a causa de la violencia bipartidista. En 1949 se postuló como candidato presidencial y, por tercera vez, tuvo que claudicar: él, su hermano Vicente y una muchedumbre de seguidores que caminaban hacia el centro de Bogotá, fueron atacados por la policía, hecho que trajo consigo la muerte de su pariente, dos estudiantes y un comerciante.
Pese a no haber podido participar en la contienda electoral, Echandía ocupó importantes cargos oficiales como gobernador del Tolima, entre otros. Durante el segundo gobierno de Lleras Camargo, fue presidente designado por tercera vez. Su última participación política fue en la campaña electoral de Julio César Turbay, en 1976.
Darío Echandía vivió la política del país intensamente, como pocos lo han hecho, y dejó como legado el pensarla de manera crítica. Sentencias emblemáticas de la cultura política colombiana como «El poder, ¿para qué?», proferida durante los sucesos del Bogotazo, o «Este es un país de cafres», son de su autoría. Fue además uno de los miembros insignes del Partido Liberal y, al mismo tiempo, uno de sus más duros críticos y detractores. Representó los ideales reformistas de una generación, particularmente de miembros de aquella colectividad, y buscó activamente la renovación política de la nación por medio de propuestas que buscaban el cambio social y económico.