Ficha Técnica
A diferencia de lo que muchos creen, el 20 de julio de 1810 no se produjo la independencia de la Nueva Granada. No obstante, los acontecimientos de ese día fueron determinantes para la posterior República.
El conflicto entre criollos y peninsulares venía de tiempo atrás, cuando las Reformas borbónicas obligaron a los americanos a abandonar cargos de poder para cedérselos a los españoles. Sin embargo, esa tensión no se agudizó sino hasta que Fernando VII fue capturado en Bayona, por Napoleón Bonaparte en 1808. La llegada de la noticia del rey cautivo no sentó para nada bien en América y aunque los dos primeros años lloraron su ausencia, rápidamente la sociedad comenzó a considerar que no era tan mala idea abandonar del todo a la monarquía. En la Audiencia de Quito y en algunas ciudades del Nuevo Reino de Granada se fueron creando Juntas Autonomistas de Gobierno, que si bien se hacían en honor al rey de España, empezaban a mostrar sus diferencias con la península.
Santafé no fue la excepción y un viernes de mercado de 1810 encontró la excusa perfecta para hacer su propia Junta, como las que se estaban llevando a cabo en España. Esta no significó la independencia del Imperio hispánico, pero sí marcó un quiebre. En pocos años, el lenguaje político había cambiado y términos como soberanía, república y democracia resurgieron para darle vida a un proceso real de independencia.
La miniserie Crónicas de una generación trágica, proyecto de Gabriel García Márquez, dirigida por Jorge Alí Triana y producida por Audiovisuales en 1993; dedicó su cuarto capítulo a escenificar lo que había ocurrido ese día. Siendo fiel a la tradición, se mostró cómo Antonio Morales y su hijo se acercaron a la tienda de José Gonzalo Llorente para hacerle una inusual solicitud: el préstamo de uno de sus floreros para decorar una mesa. Era evidente que el tendero se negaría y este acto se convirtió en la excusa perfecta para incentivar el levantamiento del pueblo.
Al final de una acalorada tarde, se crea la Junta Autonomista de Santafé, encabezada por el virrey y pidiendo mayor participación política de los criollos. Faltarían un poco más de diez años para que se consolidara un proceso de nación, pues entre 1811 y 1815 se creó una primera República que rápidamente fue abolida por el retorno del rey y el intento de sus tropas de recuperar el territorio neogranadino.
Autora:Viviana Arce