Ficha Técnica
El 28 de enero de 1853, nació en Cuba una de sus figuras más altas, la cual comparte un panteón de honor al lado de Simón Bolívar y José de San Martín, como uno de los principales protagonistas del proceso de emancipación de Hispanoamérica, aparte de su trayectoria como poeta y escritor que le mereció un lugar sin duda destacado en el surgimiento del Modernismo en nuestro continente.
Su vida fue corta e intensa. Nacido en el seno de una familia española con pocos recursos económicos, muy pronto Martí se sintió atraído por las ideas revolucionarias de muchos cubanos, a tal punto que a los diecisiete años fue condenado a seis años de cárcel por el hecho de pertenecer a grupos independentistas que buscaban que Cuba rompiese los lazos coloniales que ataban a la isla con España. En la cárcel fue sometido a trabajos forzados hasta que su mal estado de salud le valió el indulto.
Entonces fue deportado a España, donde se licenció en Derecho y Filosofía y Letras por la Universidad Zaragoza, antes de iniciar un viaje de tres años por Europa y América e instalarse en México, donde contrajo matrimonio con una cubana. Luego regresó a la isla, en la que había concluido la Guerra de los Diez Años (1868-1878). Sin embargo y por el temor que despertaba en las autoridades, fue otra vez deportado. Martí entonces se radicó en Nueva York para dedicarse por completo a la actividad política y literaria. En 1892 fundó el Partido Revolucionario Cubano y la revista Patria y se convirtió en el máximo adalid de la lucha por la independencia de su país. Dos años más tarde, se embarcó en un nuevo intento de rompimiento con España, el cual daría lugar a la definitiva Guerra de la Independencia, librada entre 1895 y 1898, en la que resultó muerto por las tropas españolas en 1895. José Martí tenía cuarenta y dos años.
Su trayectoria revolucionaria es, apenas, uno de los aspectos de su existencia, la cual también se volcó en la actividad poética, fundada en una visión dualista de la humanidad: realidad e idealismo, espíritu y materia, verdad y falsedad, conciencia e inconsciencia, luz y oscuridad. Por su parte, la prosa de Martí recibió el poderoso influjo del estadounidense Ralph Waldo Emerson. Era consciente de todas las posibilidades del lenguaje, reflejo de la vida del pueblo que lo hablaba.
Su poesía y su prosa están indisolublemente ligadas a su vida y expresan una clara dimensión política, en la que el hombre ocupa el centro de una concepción optimista puesta al servicio de una mejora de la humanidad e, igualmente, de la liberación de su patria. De Programas de ayer de la HJCK escuchemos el siguiente fragmento del año 2003, cuando se conmemoraron los 150 años del natalicio de José Martí, figura fundacional de la República de Cuba.
Autor: Fernando Nieto Solórzano