Ficha Técnica
El presidente conservador ha pasado a la historia por cuenta de dos hechos: ser el último mandatario de la llamada Hegemonía Conservadora y haberle tocado la crisis política que supuso, bajo su gobierno, la masacre de las bananeras, en 1929.
En este fragmento del programa Historias de la historia de 1995, se aborda el manejo irregular de las finanzas públicas en Bogotá y la consiguiente represión a las protestas generadas por el desgreño administrativo. De estas protestas surgió la conmemoración del Día del estudiante caído, en honor de Gonzalo Bravo Pérez.
El gobierno Abadía Méndez
Este tolimense, fallecido el 9 de mayo de 1947, llegó a la presidencia tras el gobierno de Pedro Nel Ospina y gobernó entre 1926 y 1930. Fue el candidato único de los conservadores, en unas elecciones en las que el liberalismo no presentó ningún contrincante. Ganó con el no despreciable 99.88% de los votos (370.500), en unas elecciones en las que tampoco hubo candidato liberal.
Tras el auge económico de los años veinte, la economía colombiana se vio afectada por la crisis económica que se gestó en 1929 en Estados Unidos y que derivó en la llamada Gran Depresión. Para el exministro Roberto Junguito, “los políticos de oposición al gobierno [atribuyeron la crisis] al manejo económico interno y concretamente al proceso de endeudamiento externo que se consolidó en ese entonces para estimular las inversiones públicas y obras de infraestructura”, en lo que López Pumarejo definió en 1928 como la “prosperidad al debe”.
Gran parte de los préstamos se destinaron a la construcción de ferrocarriles y puertos, la regularización del río Magdalena, y los trabajos en Bocas de Ceniza.
La masacre de las bananeras
Previo a este hecho, el gobierno de Abadía enfrentó una difícil situación, acrecentada por una atmósfera social que mostraba indicios de una sólida militancia sindical: la huelga de la Tropical Oil Company en Santander y especialmente la huelga en la región bananera del departamento del Magdalena.
Para Ignacio Arizmendi, en su libro sobre los presidentes de Colombia, “miles de asalariados de la United Fruit Company se declararon en huelga para solicitar mejores condiciones, se dio por turbado el orden público, vino el estado de sitio y el enfrentamiento, sangriento y lamentable, entre las fuerzas militares y los protagonistas civiles, que arrojó un saldo indeterminado de muertos y heridos y el precedente de martirio para quienes en el futuro continuarían con similares postulados sociales o ideológicos”.
Autor: Javier Hernández