Ficha Técnica
El 10 de julio de 1998 fue un día que cambió a la televisión colombiana para siempre. Fue la fecha en que salieron al aire dos canales privados: RCN y Caracol. Con ellos llegaron programas que han retratado las realidades del país como Yo soy Betty, la fea; Escalona; Pedro el escamoso y Café con aroma de mujer.
RCN fue declarada programadora en 1967 y Caracol en 1969, aunque ambas comparten sus inicios en la radio a finales de los años cuarenta. En televisión pública, se encargaron de transmisiones de mundiales de fútbol, teletones, programas de humor, concursos de belleza, etc. No eran las únicas programadoras que lo hacían. También estaban Punch, RTI, Coestrellas, Tevecine, entre otras.
¿Cómo se convirtieron en canales privados? En el artículo Dos modelos para el análisis de la industria de televisión en Colombia se menciona que el Estado era el propietario único de los espacios televisivos que alquilaba a las programadoras. En cambio, con el sistema actual los privados pasaron a tener canales completos.
De acuerdo con la Ley 335 de 1996, la existencia de canales privados tenía como fin la “democratización en el acceso al uso del espectro electromagnético”. Se trataba (y se trata) de una alternativa a la televisión nacional, local, regional y comunitaria. Todo ello bajo la regulación de la entonces Comisión Nacional de Televisión (CNTV).
En 1997 se decidió cuáles serían los dos canales privados. La competencia estaba entre Caracol, RCN y TV Color S.A. (liderado por Punch Televisión). La primera programadora obtuvo 1.000 de los 1.000 puntos posibles; la segunda, 999,7; y la tercera, 990,4. Tras las jornadas de calificación, la CNTV otorgó licitaciones a las dos primeras. Por la concesión, ambas tuvieron que pagar 117.800 millones de pesos del momento, según reportó El Tiempo. El Noticiero de las siete registró cuáles eran las condiciones que debían cumplir ambos canales a partir de 1998.
Por: Laura Lucia González.