Ficha Técnica
Recordar a Candelario Obeso es no solo recordar a un precursor de la poesía negra en Colombia, sino también en el mundo. En Archivo Señal Memoria conservamos un fragmento del Magacín Culturama, emitido en 2007 por Señal Colombia, en el que el escritor costeño Roberto Burgos Cantor hace una síntesis de la obra más conocida de este poeta momposino: Cantos populares de mi tierra.
Fernando Ayala Poveda en su Manual de Literatura Colombiana, nos dice que “esta es una preciosa obra que tiene como centro la palabra del boga del Magdalena [aquel hombre que empujaba los pesados champanes por el río]. Folclor y localismo se dejan sentir en estos versos sinceros y melancólicos. Su lirismo está arraigado en la ternura y la dulzura. Nada artificioso exhala su poética. Candelario Obeso refleja el lenguaje hablado exactamente en el lenguaje escrito”.
Uno de estos poemas en la voz de Burgos Cantor es la Canción del boga ausente, en cuyo encabezado está la dedicatoria del mismo Obeso a los académicos y políticos Rufino Cuervo y Miguel Antonio Caro. En esta obra confluyen los extremos de la vida de los esclavizados: la belleza y la miseria, la escasez y la abundancia.
Cantos populares de mi tierra es una pieza que refleja la voz de los esclavos traídos de África, vislumbrados en toda su belleza y verdad. El ritmo, fuerza y cadencia de los poemas, son apenas comparables con la cadencia, la hermosura y la fuerza que cobra la naturaleza de su Mompox natal, con el río siempre presente y con los paisajes que fueron para ellos escenario de dolor, miseria y sufrimiento.
Autor: Javier Hernández