Ficha Técnica
Fragmento de un discurso pronunciado en 1955 por el presidente Gustavo Rojas Pinilla (1953-1957) en el Palacio de San Carlos, ante una multitud de simpatizantes, en el cual justifica la decisión de haber cerrado el diario El Tiempo, propiedad del expresidente liberal Eduardo Santos. El de Rojas Pinilla fue un periodo caracterizado por la censura de prensa y la represión a la oposición, pues durante el régimen militar también fueron clausurados los periódicos El Siglo, de filiación conservadora, y El Espectador, liberal.
Los años de la violencia bipartidista resultaron particularmente difíciles para la prensa liberal. Bajo la declaratoria de estado de sitio del presidente conservador Mariano Ospina Pérez (1946-1950), los periódicos y revistas circularon bajo un estricto control de contenidos, mientras el liberalismo declaraba la abstención electoral alegando falta de garantías. En 1952, en represalia por el asesinato de unos policías en Manizales, las oficinas y talleres de El Tiempo y El Espectador fueron incendiadas por una turba de simpatizantes conservadores.
El Tiempo mostraría en principio una simpatía por el golpe de Rojas Pinilla el 13 de junio de 1953. Y aunque criticaba que no había sido elegida popularmente, mostró satisfacción por la participación liberal en la Asamblea Nacional Constituyente que apoyó al gobierno militar. Sin embargo, la relación se deterioró cuando el director Roberto García Peña se negó a publicar una rectificación ordenada por el gobierno, la cual debía circular durante treinta días. La polémica surgió en una visita de Rojas Pinilla a Ecuador, donde el mandatario colombiano afirmó que la muerte de dos periodistas liberales en la vía Cali-Pereira había sido por un accidente de tránsito. Para El Tiempo se había tratado de un asesinato cometido por los pájaros, bandas armadas al servicio del Partido Conservador.
En la madrugada del 3 de agosto de 1955 el edificio de El Tiempo fue militarizado y se decretó su cierre. Seis meses después apareció el diario Intermedio, el cual circuló hasta el 4 de junio de 1957, tres semanas después de la renuncia de Rojas Pinilla.
Autor: Felipe Arias Escobar