Feria de las Flores, una tradición que ha sido desafiada | Señal Memoria

Feria de las Flores, una tradición que ha sido desafiada

Ficha Técnica

Tema
Así se goza. Las historias de Diana Uribe
Fecha de producción
Autor
Juan Pablo Ríos
Tipo de pieza
Video
Soporte
DV
Año de producción
2011
Duración
00 : 04 : 03
Publicado el Dom, 14/08/2022 - 09:00 CULTURA Y SOCIEDAD
Feria de las Flores, una tradición que ha sido desafiada

En el Valle de Aburrá, entre empinadas montañas, la ciudad de Medellín empezó a crecer de manera acelerada a finales del siglo XIX, gracias al impulso de la bonanza cafetera. A esto se sumó la industrialización (en buena parte textil) de la capital antioqueña. Así, a inicios del siglo XX Medellín ya era una de las principales urbes de Colombia. Su rápido crecimiento atrajo a campesinos del departamento en busca de nuevas oportunidades, gracias a lo cual se forjó una identidad relacionada con el desarrollo que nunca ha perdido su raíz rural: la figura del arriero, protagonista de la colonización antioqueña, surgió como un gran referente cultural.

Medellín destaca por su clima —estable y cálido a lo largo del año— y por eso la llaman la Ciudad de la eterna primavera. Y por eso también en sus alrededores hay abundancia de flores, en particular en Santa Elena, centro de su producción y de toda una cultura en torno a las mismas. En 1957 se realizó por primera vez el desfile de silleteros, destinado a celebrar esta naturaleza colorida a partir de elaborados arreglos cargados con alegría por aquellos que exploraban su identidad hacia adentro, hacia su raíz. Y en 1963 fue inaugurada la Feria de las Flores, una celebración de las costumbres y tradiciones paisas. Desde entonces la Feria ha seguido creciendo y cobrando importancia. 

En las silletas de flores que protagonizan la Feria convergen la tradición, la familia y el orgullo. Los silleteros lo son desde pequeños y emulan el trabajo campesino y el transporte de mercancía en las silletas, ahora llenas de flores y que pueden pesar hasta 120 kilos. La herencia campesina se manifiesta de distintas maneras y por eso hay diferentes tipos de silletas que pasan por el río durante la temporada de la Feria, mientras suenan las trovas y toda la ciudad se engalana: la emblemática (con motivos cívicos y reflexiones sobre la tradición), la monumental (la más grande y colorida, que despliega su imaginación), y la tradicional (sencilla y apegada al concepto original). 

Sin embargo, la tradición ha sido desafiada desde distintas orillas en Medellín, cuna de cultura y grandes pensadores como Tomás Carrasquilla y Fernando González. A mediados del siglo XX, durante la época de La Violencia, los nadaístas, liderados por Gonzalo Arango, problematizaron las costumbres. En 1990, Rodrigo D No Futuro mostró la exclusión como algo que también era parte central de Medellín, pero que pasaba desapercibida cuando solo se miraban los relatos desde el centro. Así, mientras la Feria de las Flores es para la ciudad un ejemplo de resiliencia y de cómo se resignifica su identidad frente al estigma del narcotráfico, otros puntos de vista plantean preguntas distintas frente a la celebración, la cual ha llegado a lugares como Queens, en Nueva York. Tal es el caso de la banda de punk I.R.A., que en este episodio de Festivaliando expone su relación compleja con la Feria de las Flores. De hecho, el grupo presenta su propia Feria de las Flores punk.

 

 


Autor: Santiago Cembrano

 

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Fecha de publicación original Dom, 14/08/2022 - 09:00