Ficha Técnica
A casi 400 años de la desaparición del poeta y dramaturgo cordobés Luis de Góngora y Argote, recordamos un aspecto del ambiente literario de la época del Siglo de Oro: las llamadas “guerras literarias”.
Insultos y acusaciones entre escritores fueron frecuentes en aquella época en la que reinaron Góngora, Quevedo y Lope de Vega. Eran enfrentamientos agresivos e ingeniosos. La ponzoña manaba de la pluma de sus talentos y unos a otros se dedicaban versos que hoy suenan rebuscados, pero que en esa época eran tóxicos y estaban cargados de ironía y sarcasmo puro.
Góngora llamaba borrachos a Quevedo y a Lope, mientras que a él lo calificaban de “morisco”. De Quevedo decían que no tenía idea de griego y que era cegato. Lope como cura era, para Góngora, una “enfermedad”.
Para la muestra un botón muy al estilo de Góngora:
“Hoy hacen amistad nueva
más por Baco que por Febo
don Francisco de Que-Bebo
don Félix Lope de Beba”.
En Señal Memoria recordamos a Luis de Góngora y Argote a través de este curioso fragmento sonoro, en el que su poesía es leída por Santiago Salazár Santos. Este documento hace parte del programa El libro de la poesía universal, emitido en 1975 por la emisora HJCK.
En este soneto de Góngora titulado A Lope de Vega, el poeta despliega con acidez lo mejor de su lírica, convirtiéndola casi en una afrenta personal (por no decir que insulto) contra su contemporáneo, el poeta y dramaturgo Lope de Vega.
¿Quién fue Luis de Góngora?
Para la catedrática de la Universidad Complutense, María Pilar Palomo, “Góngora es el extremo ornamental del barroco poético, con un lujo desbordado de imágenes sobre fondo de oscuridad, en un estilo difícil, tanto por sus efectos de ingenio cuanto por sus alusiones a la mitología clásica… [Para él] la poesía fue un deporte brillante y exquisito, donde sólo ocasionalmente aparecían las cuestiones serias de la vida”.
¿Qué fueron las “guerras literarias”?
El el libro La sátira contra la mala poesía, Eduardo Chivite analiza la esencia de las guerras literarias.”Estas ´contiendas´ comenzaron como un entretenimiento en círculos privados como las academias, pero, según avanzó el tiempo, sobre todo en el siglo XVI, el poeta siente una necesidad de adquirir relevancia social y prestigio y la utiliza como arma”.
Tal prestigio se veía representado en una mayor injerencia en la administración pública de su época y por consiguiente en la forma de conseguir puestos en la misma (suena familiar, ¿no es así?). Esto se traducía en influencia sobre la nobleza, encargada de otorgar esos puestos. Se formaban bandos entre los poetas para lograr recomendaciones y empleos y, ¿por qué no?, “comisiones”.
Autor: Javier Hernández
