Gustavo Corredor, actor desde los años cincuenta | Señal Memoria

Cuando Gustavo Corredor tenía 11 años dedicó sus días a grabar una película llamada Dos ángeles y medio. Salía de casa en el barrio Chicó a caracterizar a uno de los personajes principales de un filme que narra la historia de dos gamines que se encontraban con un niño de clase alta, perdido en el Parque Nacional. La aventura de los tres se remonta a 1958 y retrata el gaminismo, configurado por aquellos pequeños que vivían en la calle de manera independiente. Corredor, miembro de la clase alta en ese entonces, representó a uno de esos niños, cuyo hogar eran las calles de Bogotá.

Empezó a actuar de manera casi accidental, pues su padre, Carlos Corredor, un coronel retirado, asumió la producción de la película. El coronel nunca había asumido ese rol pero era muy bueno en los negocios, por lo que aceptó la propuesta que le hizo el director ecuatoriano, Demetrio Aguilera.

Inesperadamente, el filme se perdió y Gustavo Corredor nunca pudo saber cómo había quedado la película. Señal Memoria la encontró como parte de un material que entregó Patrimonio Fílmico y fue estrenada en el 2016. El siguiente audio corresponde a una entrevista hecha a Gustavo Corredor el 26 de mayo de ese año, horas antes de que el actor pudiera ver el audiovisual por primera vez.