Ficha Técnica
El 22 de noviembre de 1963, ocurrió uno de los hechos que marcaron la historia de los Estados Unidos y del mundo. Ese día fue asesinado el presidente norteamericano John Fitzgerald Kennedy con un disparo en la cabeza, mientras hacía un recorrido por la ciudad de Dallas-Texas. La noticia fue conocida en Colombia a través de la emisora HJCK en el siguiente fragmento conservado por Señal Memoria.
Valencia de Castaño, Gloria. (locutora). (1967). 4 años de la muerte del expresidente de Estados Unidos John F. Kennedy. Bogotá: HJCK. Archivo Señal Memoria, HJCK-DGW-072437-01.
Las investigaciones sobre la muerte de Kennedy no concluyeron quiénes fueron los autores intelectuales y materiales de los hechos. Aún hoy se pone en duda que el único capturado por el magnicidio, Lee Harvey Oswald, hubiera actuado solo y por cuenta propia, como lo concluyó el informe de la Comisión de la Corte Suprema de Justicia (conocida como Comisión Warren) encargada de investigar el caso.
Los involucrados en el asesinato de Kennedy, murieron sin esclarecer los hechos y sus causas, tejiendo teorías conspirativas frente a los perpetradores del magnicidio y sus posibles promotores. Oswald fue asesinado, a los dos días de su captura, frente a los policías que lo custodiaban, a manos de Jacob León Rubinstein (conocido como Jack Ruby) quien había estado vinculado a las mafias del sur de los EE. UU. y al parecer actuó para ocultar la participación de estas en la conspiración contra el presidente. Ruby murió en 1967 por problemas de salud sin confesar sus motivaciones para asesinar a Oswald.
En 1976, se creó el Comité Selecto de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos sobre Asesinatos (HSCA por su nombre en inglés) para investigar la muerte del presidente Kennedy y del líder político Martin Luther King. La HSCA en su informe final publicado en 1979 estableció la existencia de una conspiración en contra de Kennedy y cuestionó el rol del Departamento de Justicia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la Oficina Federal de Investigación (FBI) y del Servicio Secreto en la protección del presidente y en el desarrollo de las investigaciones posteriores que no arrojaron resultados para esclarecer las causas del magnicidio que sigue siendo una incógnita en la historia de los EE. UU. y del mundo entero.
Por: Iván Romero
