Ficha Técnica
Seguramente usted conoce la popular expresión, escrita como se pronuncia, más no como realmente debe escribirse: “¡Más perdido quel hijuelimber!”. Se emplea para denominar a aquellas personas que se encuentran fuera de lugar en una situación de tipo social. Pero, ¿sabe usted su origen?
Esta expresión coloquial surge a partir de la tragedia que vivió el aviador Charles Lindbergh hace 90 años, el primero de marzo de 1932. Su hijo, que tenía 19 meses de nacido, fue raptado de su casa y apareció asesinado semanas después, muy cerca del sitio del rapto.
Por eso recordamos al aviador con el fragmento de un documento audiovisual, conservado por Archivo Señal Memoria y que pertenece al programa Cielos abiertos, transmitido por Señal Colombia en 1999, 70 años después de la primera visita de Lindbergh a Colombia, visita de la que se aprecian algunas imágenes.
¿Quién fue Charles Lindbergh?
Fue un aviador norteamericano que por primera vez cruzó el océano Atlántico, desde Long Island (Estados Unidos) hasta París (Francia), a bordo de su avión llamado Spirit of St. Louis. La hazaña, que duró más de 30 horas, lo convirtió en el primer héroe mediático en el siglo XX.
En este documento se aprecian algunas imágenes de la hazaña que lo convirtió en un auténtico héroe de la cultura popular, con apariciones incluso en Los Simpson. Su vuelo permitió abrir un amplio horizonte de posibilidades para la aviación comercial, tanto en el transporte de correo, como en el de pasajeros.
¿Qué pasó con el hijo de Charles Lindbergh?
En la noche del 1 de marzo Charles Jr. fue raptado de su casa. Se pagó un rescate de 50.000 dólares, pero no fue entregado. Su cuerpo apareció mes y medio después, semienterrado en un bosque cercano a la casa del aviador. Las pesquisas dieron con el inmigrante alemán Richard Hauptmann como culpable del hecho. Fue juzgado y ejecutado cuatro años después.
Tras este hecho, comenzó a popularizarse en Latinoamérica la expresión “¡Más perdido que el hijo de Lindbergh!” basada en la terrible tragedia que conmocionó de forma mediática a toda una generación y que en su momento contó con un gran despliegue en los medios. Porque una tragedia que le sucede a un famoso siempre será una gran historia, del todo vendedora.
Autor: Javier Hernández