Ficha Técnica
Este curioso personaje en la historia del matrimonio deporte/publicidad en Colombia, surgió en medio del delirante capítulo que fue la desastrosa participación de la Selección Colombia en la Copa Mundo Estados Unidos 1994. Max Caimán nació en marzo de 1994 y en él se depositaron las esperanzas de todo un pueblo y por el lado, la oportunidad de jugadores y directivos de sacarse una “platica” extra a los honorarios y premios que obtendría “la Tricolor”.
La mascota era una excelente forma de facturar de forma desmedida subiendo al tren de la victoria de una selección que más que diligente era un conjunto deportivo de espectáculo. A la figura de Max Caimán se vincularon todo tipo de productos para grandes y chicas. Una mascota lograría ganar todo lo que no obtuvieron 11 jugadores en la cancha.
Una historieta y un albúm jalonaron la mayor parte del público, que gracias al patrocinador de la selección, Bavaria, entregaban millones de pesos en premios con tapas premiadas. El éxito comercial fue indirectamente proporcional al fracaso deportivo. Colombia perdió sus dos primeros partidos. Además perdió a una de sus figuras más queridas, el defensa Andrés Escobar, en hechos confusos, pero que tuvieron que ver con su desempeño en el mundial.
El documental 1994, el primer año del resto de nuestras vidas (2023), recuerda este momento de nuestra historia reciente contado directamente por sus protagonistas. Se destaca especialmente el testimonio de Julio Correal, alma y cuerpo de la mascota. Acompañante de la selección y para muchos hasta causa del contundente fracaso.
Por Javier Hernández