Ficha Técnica
Este “sacerdote profundamente comprometido con creencias que defendía ardorosamente cada vez que le parecían amenazadas”, murió el 29 de septiembre de 1971. En este fragmento del programa Esta es su vida de septiembre de 1988, Bernardo Hoyos entrevista al escritor Jaime Sanín Echeverri, autor del libro El obispo Builes, con el que se conmemora el centenario del natalicio del prelado.
La historia, más no necesariamente los historiadores, suele juzgar de forma benévola o perjudicial a los personajes que de alguna forma tuvieron un papel en la tragedia nacional, mucho más si estos representaron una posición radical. Con ese mismo fervor y ardor se les ataca o se les defiende. Uno de estos protagonistas del país en buena parte del siglo XX fue Monseñor Miguel Ángel Builes, que hizo parte de los más férreos y batallantes opositores al liberalismo en Colombia, tanto desde el punto de vista político como social.
Miguel Ángel Builes se desempeñó como obispo de Santa Rosa de Osos desde 1924 hasta 1967. A través de sus pastorales criticó todos aquellos aspectos de la sociedad en los que existiera el más leve rastro de liberalización. Desde el hecho de que las mujeres montaran a caballo como hombre, pasando por la moda, el cine o la radio.
Propagó activamente la vieja tesis de que el liberalismo era pecado y que debía ser combatido con el mismo ardor. El liberalismo debía ser exterminado (se debate aún si sugería que de forma física o solo moral). Con la llegada de la República liberal en 1930 arreció sus críticas y alertaba cómo el liberalismo era el caballo de batalla del comunismo, posición que mantuvo hasta el fin de sus días.
Los hechos del 9 de abril de 1948 radicalizaron aún más su posición y exhortó a los fieles a defender a ultranza la iglesia y apoyar de forma irrestricta al gobierno conservador de Mariano Ospina y posteriormente de Laureano Gómez.
La virulencia de sus pastorales contribuyó a atizar el clima de violencia en el país. Representó la posición intransigente del clero colombiano en un momento en que en el seno de la iglesia católica a nivel internacional, se vivían momentos de cambio cuya mayor expresión sería el Concilio Vaticano II (1962-1965).
Tras su muerte, la figura de Miguel Ángel Builes siguió despertando sentimientos encontrados. Jaime Sanín Echeverri, fallecido intelectual conservador escribió esta biografía donde se desprende una visión completamente favorable de Monseñor. Un hombre que defendió sus ideas. Una visión que se comparte no sólo en este, sino en otros programas presentes en el Archivo Señal Memoria cuando se aborda la figura del religioso.
Por otro lado, “la defensa de sus ideales” dió como resultado el hecho de que el Papa Francisco lo haya reconocido en 2018 como “venerable”, primer paso en el proceso de canonización.
Para sectores académicos, críticos de la institución eclesiástica, Builes es expresión de ese catolicismo extremo, ultramontano y militante, que es solo una rueda en el complejo engranaje de las relaciones Iglesia-Estado en la historia de Colombia. Un entramado que también ha definido la violencia en Colombia.
Autor: Javier Hernández
