Ficha Técnica
En Colombia, diciembre tiene su banda sonora propia: la música tropical, que recibe nombres y descripciones como chucu chucu o, de forma obvia y directa, música decembrina. ¿Cómo se llama?, no importa tanto, porque siempre está ahí cada fin de año. Sí, suena en marzo, julio y octubre, anima bautizos, primeras comuniones y matrimonios, pero tiene una fuerza especial que se intensifica durante los últimos treinta días de cada año.
La música tropical de Colombia ha sido una gran industria por más de cincuenta años, y por eso articula tres o incluso más generaciones. Una canción como Adonay de Rodolfo Aicardi y Los Hispanos, uno de los grupos insignia de esta corriente, la conoces tú, tu papá y tu abuela, y seguro es banda sonora de varias memorias colectivas en tu familia o entre tus amigos.
Es música muy nuestra, de fiestas privadas y populares, que nació a mediados del siglo XX con bandas como la de Lucho Bermúdez— que ponía a dialogar ritmos del folclor colombiano como el porro y la cumbia con sonidos de la actualidad de entonces— y la de Pacho Galán. Y hacia los años sesenta y setenta entró en auge. Medellín fue el epicentro de este proceso, pues ahí estaban disqueras como Codiscos, Sonolux y, sobre todo, Discos Fuentes.
Fuentes es la casa de los principales éxitos navideños que escuchamos cada año. Y por eso en Medellín se radicaron artistas como Lucho Bermúdez y Joe Arroyo.
Desde el barrio San Joaquín surgieron Los Hispanos con Rodolfo Aicardi, de los que luego salieron Los Graduados. Un linaje dorado de música tropical.
Además de Rodolfo Aicardi, otros nombres fundamentales para la música de diciembre son Gustavo 'El Loco' Quintero o Guillermo Buitrago. Y hablamos de éxitos como Cariñito, Tabaco y Ron, Boquita de caramelo y Así empezaron mamá y papá, entre otros. Descubramos más de la música decembrina y sus exponentes con un fragmento de este episodio de Los puros criollos.
Autor: Santiago Cembrano