Omar Rayo: oxígeno para la geometría | Señal Memoria

El sol iluminó la casa de Omar Rayo una tarde de 1931, cuando el gran pintor colombiano tenía apenas tres años. La tarde estaba acabando y la luz proyectó en la pared la sombra del perro de Rayo, un gozque llamado justamente Sombra. El niño corrió a la cocina, cogió un carbón y siguió su instinto: dibujó la sombra de Sombra, su contorno. El perro se paró, la pared quedó manchada y la mamá del pequeño Omar lo regañó y lo golpeó en las manos al darse cuenta del desastre. Esa fue la primera obra de Rayo, que siempre estuvo dibujando durante sus 82 años de vida.  

Omar Rayo murió el 7 de junio, de 2010. La carrera del artista, nacido en Roldanillo, Valle del Cauca, giró en torno, principalmente, a la exploración de la geometría. En el Museo Rayo de Dibujo y Grabado Latinoamericano, situado en su tierra natal, se puede apreciar ese camino de imágenes claras y definidas, hechas a partir de cuadrados, rectángulos y círculos. En la obra de Rayo, lo que prima es una mirada única que intuye caminos y formas, materializados en un trazo. Lo llamaron arte geométrico-óptico. El blanco, el negro y el rojo son los colores principales en su obra. 

En 1986 una galería de Hamburgo exponía obra de Rayo, una decena de pinturas que, en sus palabras, tenían un borde blando, como si estuviera lleno de aire, como si fuera un soufflé de oxígeno. Allí Rayo conoció a Hans Flemming, crítico de arte y uno de los fundadores de Bauhaus, que lo estaba esperando para manifestarle su admiración. Rayo recuerda que Flemming lo abrazó y le dijo emocionado que había encontrado en sus cuadros una pauta nueva en la geometría universal. 

Así lo contó Omar Rayo en el programa Cuál es su mundo, que hace parte de los documentos de Señal Memoria. El fragmento destaca la búsqueda de Rayo y su afán de ser original. No solo le dio vida a la geometría plana. Lo hizo también con la intención de marcar nuevas pautas en todo lo que hacía: fotografía, arquitectura, escritura… Omar Rayo siempre buscó la originalidad. Lo logró y esa fue, como lo confesó en el programa dirigido por Blanca Cecilia Espitia, su mayor alegría.