Ficha Técnica
A finales del siglo XX las antenas parabólicas tuvieron su época de auge en Colombia. En los conjuntos residenciales, en los parques y en otras zonas abiertas empezaron a proliferar estos dispositivos que reciben y transmiten ondas electromagnéticas, como las que permiten ver televisión desde casa. Uno de los aspectos que motivó ese suceso fue la Ley 14 de 1991. Por medio de esa normativa se avaló la televisión por suscripción, también llamada televisión por cable. Además, se aprobó que empresas privadas pudieran utilizar e instalar esas antenas en los diferentes municipios.
Así, los colombianos pudieron tener acceso a mayor cantidad de canales en sus televisores, a una oferta que podía incluir transmisiones internacionales. La Comisión Nacional de Televisión debía regular los servicios de televisión por suscripción, pero la piratería impidió que la TV por cable se prestara de manera legal en gran cantidad de casos. En el programa Cara y sello, el abogado Daniel Bayona contó que, a finales de siglo y a inicios del año 2000, existían mil operadores ilegales, mientras que solamente había diez autorizados, distribuidos en tres zonas: occidente, oriente y la costa. Para ese entonces, se estimaba que cinco millones de colombianos veían televisión pirata.
Poco tiempo después de la aprobación de la televisión por suscripción, en 1992, uno de los capítulos de la serie Caminito alegre estuvo enfocado en las antenas. En el siguiente fragmento audiovisual se explica cómo llegaba la señal de televisión por medio de las antenas parabólicas y Telecom, la Empresa Nacional de Telecomunicaciones que se creó en 1947.
Por: Laura Lucia González.