Ficha Técnica
Hace 110 años el noruego Roald Amundsen llegó oficialmente al punto más extremo al sur del planeta, el centro absoluto de la Antártida, y gracias a esta hazaña Noruega es uno de los varios países que tienen derecho territorial sobre una región de este continente, a pesar de su lejanía geográfica.
En el Archivo Señal Memoria conservamos algunos fragmentos fílmicos de tal hazaña, los cuales se emitieron en el programa Magazín internacional, de 1999 y dedicado a la importancia de los polos geográficos de nuestro planeta y su utilidad.
La hazaña de Roald Amundsen por supuesto no estuvo exenta de los inconvenientes humanos, más allá de los obstáculos físicos que debió afrontar en esta empresa. Llegar a los polos se convirtió en una competencia entre naciones por alcanzar la gloria de ser los primeros en llegar a estos territorios inhóspitos.
A fines del siglo XIX y comienzos del XX no se tenía claridad sobre la importancia estratégica de estas regiones y sólo se reglamentó su explotación y reclamaciones por medio de la Comisión para la Conservación de los Recursos Marinos Vivos Antárticos creada en 1980.
Amundsen tuvo que sortear los inconvenientes de competencia con expedicionarios de otras naciones, que ya habían realizado hazañas similares como llegar al Polo Norte. Según sus palabras: “Si se quería salvar la expedición, era necesario actuar rápidamente y sin ninguna vacilación. Con la misma velocidad que las noticias habían viajado a través del mundo, decidí cambiar mi punto de vista y volví mi mirada hacia el polo Sur”.
La expedición partió en octubre de 1911 y arribó dos meses después al punto más al sur del globo. Acompañaron a Amundsen en la hazaña cinco miembros de su tripulación, haciendo gala de su especial habilidad para la supervivencia y los grandes conocimientos en navegación, esquí e ingeniería aeronáutica.
Autor: Javier Hernández