Ficha Técnica
El 24 de agosto de 1572 inició en Francia la matanza de miles de protestantes en el contexto político de las llamadas guerras de religión. Este hecho, que cegó la vida de miles de hombres, mujeres, niños y ancianos, comenzó en París y se conoció como la masacre de San Bartolomé, porque en esa fecha se conmemora al santo.
A las víctimas se les conocía con el nombre de hugonotes, es decir, el sector de la población que adhirió a las tesis del protestantismo, promulgadas por Martín Lutero en Alemania y Juan Calvino en Suiza. La obra del último permeó al reino de Francia y se extendió rápidamente debido al complejo contexto político propio del siglo XVI.
La matanza empezó en la capital pero se extendió a otros lugares del reino, a pesar de los infructuosos intentos por detenerla. Se estima que en Francia murieron más de veinte mil personas en las sangrientas jornadas en cuyo desenlace no intervinieron ni el papa de la época ni Felipe II de España, ambos líderes del proceso de contrarreforma llevado a cabo en esos años.
Los orígenes del nombre son diversos. Lo que sí es claro es que se trata de una denominación peyorativa empleada por el mayoritario sector católico al referirse a quienes habían abrazado en Francia la Reforma. Las explicaciones del término lo relacionan con la afinidad con un sector político llamado los Eidgenossen, en pugna con el papa, pero también con los seguidores del rey Hugon o Huguet, un espíritu maligno de la ciudad francesa de Tours, ya que solo se reunían de noche en un lugar donde se consideraba que aparecía este espíritu.
Como parte del proceso de licitación de los canales públicos en 1987, la recién inaugurada programadora TeVecine tuvo un programa en el que se resolvían las más diversas preguntas de los televidentes de todas las edades.
Así, antes de la existencia de la enciclopedia Encarta o de Wikipedia, Yo sé quién sabe lo que usted no sabe saciaba la curiosidad de propios y extraños. En media hora semanal el periodista Alfonso Castellanos leía las preguntas enviadas vía correo por los televidentes, las cuales eran resueltas por un grupo de expertos.
Historia, astronomía, filosofía… y también lecciones para que las señoras tonificaran los glúteos, eran algunos de los campos del conocimiento abordados en este espacio que contó con diferentes horarios en las antiguas cadenas de la televisión pública.
Autor: Javier Hernández