Ficha Técnica
Este año se conmemoran 105 años de la Revolución Rusa de Octubre, uno de los acontecimientos sociales y políticos más importantes de la historia del mundo. Según el calendario juliano que regía en Rusia, esta segunda fase de la revolución culminó un 25 de octubre de 1917.
Luego del vacío político que dejó la Revolución de Febrero de 1917, el ejercicio del poder ruso recayó en dos instancias del gobierno ruso. Por un lado, estaba el Gobierno Provisional que había derrocado al imperio zarista. Por el otro, estaban los soviets (consejos), los cuales terminaron siendo dominados por los bolcheviques, que liderados por Vladimir Lenin acabaron con el gobierno provisional, tomaron el control político y militar del país, e instauraron un gobierno socialista.
Dicho gobierno acometió una serie de cambios con el propósito de resolver las carencias que sufría la sociedad rusa, principalmente los campesinos y trabajadores. Por un lado, adelantaron una campaña contra la participación de Rusia en la Primera Guerra Mundial. Luego, integraron milicias de base obrera que más tarde se transformaron en el Ejército Rojo. Por último, se propusieron resolver la crisis socioeconómica que atravesaba el país, especialmente en el campo.
En una visita del embajador ruso a Colombia, Valery Nikolaenko recordaba la importancia de la Revolución de Octubre en el desarrollo de su país. En su discurso, el embajador Nikolaenko destacó la impronta económica y social de la política de la Perestroika. En ese entonces todavía existía la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), cuyo líder era el recientemente fallecido Mikhaíl Gorbachov.
De acuerdo con ello, la democratización y la liberalización de la economía rusa permitirían una reestructuración social y política del país, lo que se entendía como un acumulado histórico que se había iniciado con la segunda fase de la Revolución de Octubre.
Autor: Emerson Rivas
