Ficha Técnica
Hoy se cumplen dos décadas del fallecimiento del maestro Enrique Buenaventura Aldeano, uno de los directores de teatro y dramaturgos más ilustres del Valle del Cauca y de Colombia. Con más de cincuenta años dedicados a las artes escénicas, su legado se puede evidenciar en las instituciones que impulsó, las obras que dirigió y las generaciones de actores que formó.
De su actividad intelectual y gestión cultural se destaca la creación del método de Creación Colectiva en teatro y la fundación ─y dirección─ del Teatro Experimental de Cali (TEC) y del Departamento de Artes Escénicas de la Universidad del Valle. A su vez, se recuerdan los grandes galardones que obtuvo en su quehacer como actor, director y maestro dramaturgo, entre ellos, dos premios Casa de las Américas y uno Latinoamericano de Autores Dramáticos.
El 3 de agosto de 1995, en el programa Esta es su vida de Inravisión, se emitió la entrevista que le realizó el reconocido periodista y presentador, Bernardo Hoyos Pérez. En este diálogo reflexivo sobre la carrera del afamado Buenaventura, no solo se discutieron algunos aspectos propios del arte dramático, sino también las peripecias y experiencias vividas por el director en su trasegar personal y profesional.
A propósito de esta conversación, a través del siguiente fragmento recordamos el vuelco definitivo que dio Enrique Buenaventura hacia las tablas.
Y es que la vuelta definitiva al mundo del teatro solo fue el colofón de muchos giros que dio Buenaventura en su vida. Recordemos que no solo era actor y dramaturgo, pues también fue periodista, ensayista, poeta y hasta marinero.
Adicionalmente, el maestro tuvo una formación importante en pintura, escultura, filosofía y letras, conocimientos que le permitieron comprender mejor el entramado multicultural y estético que terminó plasmando en sus obras y en el escenario.
Por esa razón, a veinte años de su fallecimiento, el Archivo Señal Memoria honra su legado, el cual permanece vigente en el escenario de la vida y del arte.