La relevancia y la contribución de la población afrodescendiente a la historia y al tejido social de Colombia es innegable, pero paradójicamente, durante años ha sido invisible o reducida a estereotipos en la televisión. Desde la promulgación de la Ley 70 de 1993 hasta hoy, su lucha por su reconocimiento y representación continúa. Este artículo explora la idea sobre cómo la televisión ha moldeado percepciones y ha perpetuado prejuicios, señalando la necesidad de incluir voces afrocolombianas en la creación de contenidos.
A partir de la Constitución Política de 1991, es decir, tan solo casi una década antes de entrar al siglo XXI, se amplió la idea de democracia, y se reconoció el carácter pluriétnico y multicultural de la nación colombiana. Las banderas de la Constitución se erigieron a partir de ideas como la paz, la participación política, la libertad de cultos, la protección del medio ambiente, y de manera especial, se le otorgaron derechos a las poblaciones indígenas, Rrom y afrodescendientes.
Particularmente, el reconocimiento de los afrodescendientes en Colombia se formalizó con la Ley 70 de 1993, la cual permitió crear mecanismos para la protección de sus derechos y su identidad cultural. Esta ley es clave, para pensar el lugar que han tenido las comunidades afrodescendientes en la confirmación del tejido social colombiano, en tanto, promovió el desarrollo económico, cultural y social, con el fin de garantizar que obtengan verdaderas condiciones de igualdad y oportunidades frente al resto de la sociedad.
Es necesario recordar que históricamente los afrodescendientes han atravesado un largo y difícil camino por alcanzar su reconocimiento como sujetos políticos y de derechos. Sus luchas no concluyeron con el desmonte del sistema esclavista y menos con la instauración de la República. Al día de hoy las comunidades afrodescendientes siguen luchando, resistiendo y aportando a la construcción de una sociedad más justa y democrática.
Molano, Alfredo (director). (1996). Travesías [serie documental]. [Territorios negros : La cordillera,]. Colombia: Audiovisuales. Archivo Señal Memoria. C1P-243535
Nina S. de Friedemann fue una antropóloga colombiana, pionera en el estudio de los pueblos afrodescendientes en Colombia. Y uno de sus más importantes aportes tuvo que ver con la idea de la invisibilidad y la construcción de estereotipos. En 1984 esta autora señalaba que los afrodescendientes han sido sometidos, por un lado, a una total invisibilidad en tanto, hay un desconocimiento o negación explícita de sus presencias, sus trayectorias y sus aportes a la sociedad, al fin y al cabo, una estrategia histórica de dominio.
Y, por otro lado, proponía que, si los afrodescendientes llegaban a ser “visibles” lo eran a través de la construcción de estereotipos, una suerte de reproducción de imágenes caricaturizadas, reproductoras de prejuicios racistas: “imágenes pasionales más que racionales y menos científicas que reales”, señalaba la autora.
En 1997 el antropólogo Peter Wade se cuestionaba por las representaciones que se hacían sobre los pueblos afrodescendientes, a partir de un sistema de exclusión y discriminación, propio y originario de la mentalidad de los tiempos coloniales.
Y el antropólogo colombiano Eduardo Restrepo, en 2016 en uno de sus textos se cuestionaba: ¿podríamos argumentar, entonces, que se ha superado la situación de invisibilidad-estereotipia de la que hablaba Friedemann hace tres décadas? Concluyendo que, si bien, se ha avanzado en la dignificación y visibilización de la presencia y las contribuciones de los pueblos afrodescendientes en la construcción de la nación; aún como sociedad nos encontramos bastante lejos de desterrar las prácticas de discriminación racial, históricamente sedimentadas y naturalizadas.
Hace unos días, señalamos en el artículo “La representación del campesinado en la televisión”, que los medios de comunicación también son escenarios para la construcción y la reproducción de imaginarios colectivos, y resaltamos a su vez, la responsabilidad que tienen en la transformación de ordenamientos sociales desiguales y en el fortalecimiento del tejido social.
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Y que, a pesar, de que parezca que los estereotipos son necesarios, prácticos y usuales para la comprensión rápida de los personajes y las historias en los medios audiovisuales, se deja de lado que, esos estereotipos dan forma a prejuicios comunes en la sociedad, a prácticas discriminatorias, percepciones, creencias y actitudes sobre un grupo poblacional.
Ya se cuestionaba el sociólogo francés Pierre Bourdieu, sobre la pregunta por quién está en capacidad de imponer sistemas de significación propios, y que naturalmente, el resultado sea el incremento de su poder. En esta línea, la historiadora colombiana Amada Carolina Pérez, nos recuerda que, si bien la cultura es una construcción social, esto no quiere decir que sea neutra; representa, por el contrario, una multiplicidad de significados por debatir y conquistar, finalmente están atravesados por relaciones de poder.
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Fiorillo, Heriberto (Director) 1995. De Amores y Delitos. [Serie] [Amores Ilícitos]. Colombia: Audiovisuales. Archivo Señal Memoria, VR-F16mm-802256.
Con estas claridades, entonces, ¿cómo la televisión ha representado, retratado y definido a la población afrodescendiente a través de sus programas, series y noticieros?
Nos encontramos a menudo con que los programas a través de sus personajes insisten en las diferencias culturales, particularmente lo vemos en las comedias, en donde las costumbres y las tradiciones se convierten en situaciones exóticas, raras y sorprendentes, elementos perfectos para la construcción de un humor basado en el perjuicio de la diferencia, y al fin y al cabo la discriminación y el racismo.
Al aproximarnos a estos programas nos encontramos, por ejemplo, con empleadas de servicio doméstico, obreros, vigilantes, en donde la representación afrodescendiente se ve limitada a unos roles de subordinación o papeles que no son representativos en la historia que se pretende contar
Heny Cuesta, es directora, productora audiovisual y fundadora de Cimarrón Producciones, ella plantea que, en la televisión, la población afrocolombiana siempre está ubicada desde un papel secundario, a excepción de cuando se trata de deportes, festividades, celebración, la historia de la esclavitud y el exotismo.
Es claro que, hay una baja representación de las comunidades afrocolombianas en la televisión, quienes siempre ocupan papeles secundarios, nunca el o la protagonista. Y si lo llegan a ser, el conflicto siempre apunta al conflicto racial. Rara vez, se construyen historias de la cotidianidad para que puedan ser personificados por personas negras.
Humar, Alí. (Director). (1994). Señora Isabel. Bogotá: Producciones Coestrellas. Archivo Señal Memoria, VR BTCX60-070453
Así mismo, Vanessa Márquez Mena, periodista y directora de la revista digital Vive Afro, señala que, en la representación afro, en cuanto a características físicas hay una exageración de los atributos, donde la sexualización, del cuerpo, el deseo, y la fogosidad se vuelven en imperativos para la construcción del personaje.
Es importante señalar que, los canales regionales han logrado avances importantes, rescatando la cultura y los aportes de las comunidades étnicas, las comunidades negras en la construcción del país. Sin embargo, se sigue limitando la programación a unos temas específicos, que por supuesto, son importantes: la gastronomía autóctona, las fiestas, la sabiduría ancestral, pero lo cierto es que, no son los únicos temas desde los cuales se puede representar a la población afrocolombiana.
Los desafíos a los que se enfrentan las personas afrocolombianas en la televisión, van mucho más allá de una representación digna, apropiada y respetuosa. Hay un reto mayor y tiene que ver con quienes están detrás de la construcción de esos personajes, de esas historias. Es decir, tiene que ver con incluir a personas de la población afrodescendiente, cuando se van a contar sus propias historias. Al respecto, hay una frase emblemática en temas de accesibilidad, y resulta relevante traerla a este diálogo: “nada sobre nosotros sin nosotros".
Actualmente, la televisión, especialmente la televisión pública, merece ser reconocida por su esfuerzo en visibilizar esta población. Sin duda, hoy en día nos encontramos con que se han desarrollado becas, convocatorias y espacios de formación que promueven la participación explícita de poblaciones étnicas en el desarrollo de productos audiovisuales, precisamente para transformar estas estructuras de poder desde la televisión.
Audiovisuales, FOCINE (Productor). Triana Varón, Gloria (Directora). (1983). Yuruparí. [San Pacho, un santo blanco para un pueblo negro]. [Serie documental]. Colombia: Audiovisuales, FOCINE. Archivo Señal Memoria, VR-F16mm-802270
Los retos y las reflexiones frente a este tema, son mayores y desbordan la posibilidad de este espacio. No obstante, es importante seguir trabajando para que los medios de comunicación y la industria audiovisual, logre desmantelar de una vez por todas las barreras que sostienen históricos sistemas de discriminación, prejuicio y violencia.
Autora: Laura Vera.