Los archivos tiene el reto no solo de preservar sus documentos, sino de preservarse a sí mismos. La accesibilidad es la clave. Las bases para ello, complejas. Esta fue la temática de Richard Wright.
Richard Wright fue el encargado de dar inicio a la jornada final de la Cuarta Semana del Sonido. El valor de los archivos radiales y las formas para hacerlos accesibles fueron los temas centrales de su conferencia. Una charla compleja con la que la programación de la Semana del Sonido encontró un nuevo horizonte. Los aspectos técnicos tratados hasta hoy entraron en juego con la accesibilidad de los archivos y su sostenimiento económico, entre otras problemáticas.
Luego de una breve reseña histórica sobre la grabación sonora, la charla se enfocó en la digitalización como único camino para garantizar la preservación y el acceso. En concordancia con las conferencias anteriores, Wright reflexionó sobre los dilemas que se abren al momento de extraer la información de un soporte análogo (cintas, discos) y pasarlo a un medio digital. Los archivos radiales plantean diversos problemas. Por ejemplo, en varias ocasiones hay dos o más copias del mismo contenido ¿Cuál preservar, cuál digitalizar?
Varios archivos del mundo comparten algunas características complejas: la cantidad inmensa de cintas, discos y demás soportes, cientos de kilómetros de cinta, miles de horas de duración y la lucha contra el tiempo por su deterioro progresivo, etc. Su conservación es un proceso complejo cuya definición sistemática, los pasos a seguir, cambian al ritmo de los desarrollos tecnológicos y las nuevas posibilidades. Entonces, en la base se ubican la voluntad por la preservación y los presupuestos destinados para tal fin.
“Se debe poner el dinero donde sea más efectivo”, es lo que estima Wright. Priorizar lo que sea más fácil de preservar y digitalizar. Esto requiere un conocimiento cabal del archivo que se tiene, para definir una estrategia de que haga más efectivos el tiempo y los presupuestos invertidos. Al apreciar el archivo como un todo debidamente clasificado, se evita caer en la trampa de dar prioridad a documentos singulares que puedan requerir mayores esfuerzos y, como consecuencia, dejar de lado un porcentaje del archivo que pudo ser mayor y más efectivo.
A la par con estos retos, está la accesibilidad. “Archivos creativos” es la propuesta de Wright. Luego de presentar un rápido panorama del caso colombiano (con referentes como el Archivo General de la Nación, la Biblioteca Nacional de Colombia y su Centro de Documentación Musical y RTVC Sistema de Medios Públicos), el expositor se detuvo en casos europeos como el INA de Francia, el NISV (Netherlands Institute of Sound and Vision), el NInA en Polonia o el sitio Europeana Sounds, entre otros.
