Los archivos en Colombia preservan documentos y registros clave para entender eventos históricos, hechos que han marcado la historia del país. Además de ser esenciales en procesos judiciales, permiten a la sociedad reflexionar sobre el pasado y construir memoria colectiva. En un país marcado por décadas de conflicto armado, estos acervos son herramientas fundamentales para la justicia transicional, la defensa de los derechos humanos y la reconciliación.
Establecer fechas para su conmemoración
Los archivos son fundamentales para preservar la memoria de una sociedad y garantizar el acceso a la verdad. En ellos se resguarda el testimonio de los eventos que le han dado forma al pasado, tanto en sus aspectos más cotidianos como en los momentos más cruciales. Por ello, la Declaración Universal sobre los Archivos, aprobada en 2010 por el Consejo Internacional de Archivos, resalta que el acceso a los archivos es clave para fomentar la participación ciudadana, garantizar la transparencia y proteger los derechos fundamentales.
En Colombia, donde la historia ha estado marcada por décadas de conflicto armado, los archivos tienen un papel esencial en la búsqueda de verdad, justicia y reparación. Cada 9 de octubre, en el Día Nacional del Archivista, reconocemos el valor de estos documentos y la importancia del trabajo que realizan los archivistas. Esta fecha, instituida por la Ley 1409 de 2010, también es una invitación a reflexionar sobre la necesidad de preservar y utilizar estos acervos como herramientas activas en la construcción de una sociedad más justa y democrática.
Documentos para la historia
El Archivo General de la Nación (AGN), creado en 1868, es el principal repositorio de documentos históricos. Desde registros coloniales hasta documentos que narran la independencia y la creación del Estado moderno, el AGN resguarda una parte vital de la historia nacional.
Vidal, Margarita (Directora). (2001). Herencia viva: Archivo Nacional. Bogotá D. C.: Inravisión (Instituto Nacional de Radio y Televisión); Señal Colombia - RTVC. Archivo Señal Memoria, BTCX30-017540.
Un ejemplo relevante es la documentación relacionada con el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, el 9 de abril de 1948, un hecho que marcó la historia política del país, provocando disturbios y una oleada de violencia que se extendió por todo el país. Este evento, aunque ampliamente estudiado, persisten aspectos aún no esclarecidos, ya que muchos documentos siguen sin desclasificar.
Un hecho que nos recuerda que los archivos son mucho más que depósitos de información; son fuentes vivas que requieren constante atención, análisis y acceso público para poder cumplir con su rol en la sociedad.
Rodríguez Jiménez, Nohora (Directora). (2002). Tiempo creativo: Capítulo 10. Bogotá: Ministerio de Cultura para Inravisión Señal Colombia. Archivo Señal Memoria, BTCX30-010576.
El valor de los archivos audiovisuales
Los archivos audiovisuales son indispensables en la preservación de la historia reciente. En Colombia, el Archivo Señal Memoria, que resguarda los registros de la radio y la televisión pública, juega un papel crucial. Este archivo es testimonio vivo de eventos históricos que han sido registrados en tiempo real y, en muchos casos, ha logrado contrastar versiones oficiales con pruebas audiovisuales directas.
Un ejemplo relevante es la toma y retoma del Palacio de Justicia en noviembre de 1985. Las grabaciones de este evento han sido esenciales para la reconstrucción de lo sucedido y han sido utilizadas como pruebas en investigaciones judiciales. Estos archivos permiten comprender la magnitud de lo ocurrido, desde las decisiones militares hasta las desapariciones forzadas de civiles que permanecen sin esclarecer.
Pero más allá de estos hechos dramáticos, los archivos audiovisuales no solo documentan los grandes eventos de la historia, sino también los aspectos cotidianos que forman parte del tejido social. Los registros de programas de televisión, noticieros y documentales conservan la memoria colectiva y ayudan a dar contexto a las transformaciones culturales, políticas y sociales que ha vivido el país.
Mosquera, Omar (Director). (2016). Todo lo que vemos: preservar la memoria. Bogotá: Señal Colombia RTVC. Archivo Señal Memoria, ND-702157.
Los documentos y la verdad
Los archivos, y en especial los audiovisuales, han desempeñado un papel determinante en procesos judiciales relacionados con el conflicto armado y las violaciones a los derechos humanos. Los documentos audiovisuales, debido a su naturaleza directa y sin alteraciones, son utilizados como evidencia en la reconstrucción de hechos. En muchos casos, han sido fundamentales para contrastar versiones oficiales y exponer la verdad de los acontecimientos.
En los casos de los falsos positivos —en los que civiles fueron asesinados por miembros del ejército y presentados falsamente como guerrilleros muertos en combate—, el acceso a archivos de todo tipo ha logrado desmentir las versiones oficiales y ha sido clave para abrir investigaciones judiciales. Las grabaciones de noticieros, entrevistas y testimonios han ayudado a identificar responsables y han proporcionado pruebas que jueces y fiscales han utilizado para avanzar en los procesos.
Con este tipo de archivos también se ha podido establecer cronologías detalladas, identificar a personas involucradas y desafiar las narrativas oficiales en otros casos de violaciones de derechos humanos. El uso de estos registros no solo ha sido clave para los procesos de justicia, sino que también gracias a ellos la sociedad ha logrado tener una comprensión más clara y profunda de los hechos ocurridos durante el conflicto armado.
Poner a disposición los documentos
En los últimos años, el acceso a los archivos se ha visto facilitado por la digitalización y la puesta a disposición en línea de muchos de estos acervos. Esto ha hecho que cada vez más personas puedan consultar documentos, explorar catálogos y acceder a materiales que antes estaban reservados para investigadores y académicos. En Señal Memoria hemos dado pasos importantes en la democratización del acceso a los archivos audiovisuales, lo que permite a cualquier ciudadano consultar y apropiarse de su historia.
Sin embargo, no se trata solo de acceder a los archivos. También es importante que la sociedad se apropie de ellos, que los utilice en investigaciones, en producciones audiovisuales o en proyectos de memoria. Los archivos son herramientas vivas que cobran sentido cuando se utilizan, cuando sirven para reinterpretar el pasado y arrojar luz sobre el presente. De lo contrario, corren el riesgo de quedar relegados al olvido.
Reconocer el trabajo de los archivistas
En este sentido, el rol de las instituciones y de los archivistas es fundamental para garantizar que estos documentos sigan siendo accesibles y útiles para la sociedad. Es crucial que, como ciudadanos, participemos en el uso y preservación de estos materiales, entendiendo que, en un contexto de posconflicto como el de Colombia, la memoria histórica es un componente esencial para la paz y la reconciliación.
En un país como Colombia, donde el acceso a la verdad es un pilar fundamental para superar las heridas del conflicto armado, los archivos tienen un papel insustituible.
La invitación es a que nos acerquemos a estos acervos, que exploremos los materiales que ofrecen y que los utilicemos en nuestras reflexiones, investigaciones y producciones. Los archivos, especialmente los audiovisuales como los de Señal Memoria, están abiertos a todos. Solo a través de su uso activo, podemos asegurarnos de que la memoria colectiva siga viva y que las futuras generaciones tengan acceso a estos valiosos testimonios.
Es esta una invitación a que celebremos no solo la labor de quienes preservan estos documentos, sino también el valor que tienen para nuestra sociedad. Los archivos son puentes entre el pasado y el futuro, y es nuestra responsabilidad mantenerlos activos y accesibles.
Por: Laura Vera Jaramillo