Recordamos al compositor alemán Carl Orff quien falleció el 29 de marzo de 1982. En su obra más famosa, Carmina Burana, conviven la fortuna, el vino y la lujuria.
Mucha percusión, coros apocalípticos y una dosis de vicio y perversión, hacen de esta cantata profana la reina del repertorio musical de todas las orquestas del mundo. Orff musicalizó una serie de 25 poemas medievales. Sus autores fueron clérigos y monjes que llevaban una vida libre y desordenada.
O Fortuna
Su canto a la “diosa de la Fortuna” es el más conocido. Este canto abre y cierra la obra de más de una hora de duración. Así es, corto y contundente de comienzo a fin.
Carmina Burana – O Fortuna - Ferdinand Leitner
Esta melodía ha sido utilizada en diversas formas, por ejemplo, en comerciales, campañas políticas y la apertura de conciertos de artistas tan dispares como Michael Jackson y Ozzy Osbourne.
Yo soy el abad de Cucaniensis
Varias canciones de Carmina Burana son dedicadas al licor. De hecho, hay toda una sección de esta obra que se titula “En la taberna”. Aquí todos beben: el pobre, el rico, el presidente, el muchacho, el decano, el viejo, la madre y, por supuesto, el cura, que distribuye el vino que sale de los viñedos de las abadías. ¡Beben y beben y vuelven a beber!
Carmina Burana - Yo soy el abad de Cucaniensis - Ferdinand Leitner
Ardiendo interiormente
La lujuria es otro tema presente en Carmina Burana. En sus textos están presentes desde los amantes que encuentran el momento propicio hasta la doncella sola en el verano, todos tienen cabida.
Carmina Burana – Danza circular - Ferdinand Leitner
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Por: Javier Hernández Cruz