Los recursos pedagógicos de la Televisión Educativa tuvieron en los dibujos e ilustraciones un apoyo fundamental para sus clases. Nuestra Fototeca conserva una serie de ellas destinada a dar consejos acerca de la salud y el comportamiento personal. Este tipo de imágenes forma parte de una larga tradición educativa de manuales que se remontan incluso a los catecismos cristianos y a los tratados de urbanidad del siglo XIX. Miremos en detalle esta relación que nos lleva hasta nuestro archivo patrimonial audiovisual.
[...] la educación de una población en su mayoría, mestiza, rural, además de analfabeta y pobre era fundamental.
El final del dominio español luego de las guerras de independencia en las primeras décadas del siglo XIX no sólo representó para nuestra naciente república una ruptura de facto con el modelo político colonial, sino también el reto de buscar nuevos modelos de sociedad que proyectos de estado como el francés, el inglés, o el norteamericano ofrecían como opciones exitosas. Los gobernantes locales miraban a Francia, Alemania e Inglaterra, como ideales de modernidad y progreso. Desde los corpus legislativos y las políticas económicas hasta las tendencias arquitectónicas, musicales y de la moda, estos estándares civilizadores occidentales se convertían en el modelo a imitar en nuestra limitada y naciente república. Para ello la educación de una población en su mayoría, mestiza, rural, además de analfabeta y pobre era fundamental. Un hecho adicional determinante fue también el religioso ya que el cristianismo católico como herencia cultural española constituía uno de los principales factores de cohesión en la sociedad colombiana.
Los procesos de evangelización iniciados desde el mismo momento de la conquista de América en el siglo XVI habían hecho de algunas herramientas pedagógicas como los catecismos, elementos comunes dentro de los círculos de educación formal existente.
Dichos modelos de instrucción religiosa empezaron a ampliar su contenido a otras normas de comportamiento social, de manera que, a lo largo del siglo XIX se pueden encontrar todo tipo de catecismos promulgados desde Europa, principalmente provenientes de Francia e Inglaterra, con un carácter de manual de comportamiento, ya no dirigidos a enseñanzas evangelizadoras particulares, pero sí basados en una moral cristiana generalizada. Controlar como caminar, comer, vestirse o asearse desde los escenarios de aprendizaje que representaban la familia y la escuela, eran el objetivo principal de todos estos manuales de urbanidad y civilidad que encontramos en diferentes versiones a lo largo del siglo XIX y gran parte del XX en nuestro país. Los ideales de persona y ciudadano promulgados en ellos se pueden ver reflejados en materiales de enseñanza que llegaron incluso a los proyectos de la Televisión Educativa colombiana dirigida a niños y adultos en las décadas de los años 60 y 70.
Dentro de los manuales llegados de España o impresos localmente mencionamos algunos de especial relevancia por su popularidad, su particular lenguaje o el grupo a quien estaba dirigido. En primer término, el manual francés traducido al castellano en Madrid en 1837, El hombre fino al gusto del día, o, Manual completo de urbanidad, cortesía y buen tono, donde se enaltece París como “el tribunal supremo del gusto” y de donde proviene “en un solo cuerpo de doctrina las leyes e imperiosas reglas de la urbanidad que a nadie es dado ignorar, y a pocos el quebrantarlas”. Todo tipo de consejos e indicaciones encontramos en su contenido, particularmente los dirigidos al adecuado manejo de las relaciones sociales, como el que tenemos a continuación dirigido a los hombres feos.
“Un esterior agradable previene particularmente a las señoras en favor del hombre que se acerca a ellas; pero también hay mil medios de reparar los disfavores de la naturaleza. Una esmerada limpieza, el arte de dar dulzura y espresion a su voz, todo contribuye para que las mujeres vuelvan de la impresión desagradable que las inspira a un esterior defectuoso.”
Una segunda referencia es el manual impreso en Bogotá en 1856, Breves nociones de urbanidad, estractadas de varios autores y dispuestos en forma de catecismo para la enseñanza de las señoritas de la Nueva Granada de Don Rufino Cuervo y Barreto, donde la meticulosidad de las recomendaciones llega hasta las maneras correctas de asearse que debe tener una señorita. En el caso del lavado de las manos, por ejemplo, se incluye una meditación acerca de la vida de Cristo durante el proceso: “Al lavarme las manos / En la sentencia advierto, / Que contra tí Pilatos / Firmó ignorante i ciego.”
Por último, el compendio de urbanidad de mayor popularidad en nuestro país, conocido como Manual de Carreño, escrito por el diplomático venezolano Manuel Antonio Carreño en 1853. Fue el texto guía de una asignatura obligatoria de normas morales y de comportamiento para el estudiantado colombiano, relacionadas en este sumario de “buenas maneras”. Al igual que otros manuales, el tema del aseo es tratado en detalle. Del aparte de Aseo para con los demás, extractamos dos consejos respecto a las manos y la boca de gran utilidad para todos los tiempos.
“Cuando por algún accidente se hayan ensuciado nuestras manos, y antes de lavárnoslas nos encontremos en el caso de saludar detenidamente a una persona, guardémonos de darle la mano, manifestándole cortésmente el motivo que nos priva de este placer.”
“No sólo no pretenderemos, sino que no permitiremos que una persona toque siquiera con sus manos lo que de alguna manera se haya impregnado de la humedad de nuestra boca.”
Es importante anotar que estos manuales mencionados y otros tantos del mismo tipo, forman parte del catálogo de la Biblioteca Nacional de Colombia y se encuentran disponibles para su consulta y visualización en la página web de dicha institución.
La influencia de estos manuales en los mensajes, modelos y formatos de enseñanza formal en niños y adultos se puede evidenciar en los materiales de apoyo utilizados en proyectos estatales como el de la Televisión Educativa. Desde la inauguración misma de la televisión en Colombia en 1954, la parrilla de programación incluyó programas educativos dirigidos primero a niños y jóvenes y en la década siguiente a población adulta y franjas de alfabetización. Estas primeras teleclases estuvieron al aire hasta 1955 cuando por problemas presupuestales dejaron de emitirse. Nuestro archivo audiovisual conserva un segmento audiovisual del noticiero cinematográfico Colombia al día de 1954 con imágenes de esas primeras clases emitidas por el nuevo medio de comunicación colombiano.
.
En 1961 el proyecto renace y la Radiotelevisora Nacional crea un departamento dedicado a esta tarea en un trabajo conjunto con el Ministerio de Educación Nacional. Se programan franjas diarias de lunes a viernes con instrucción básica para niños y adultos y un segmento cultural asociado. Al mismo tiempo se organizan los estudios de televisión para el espacio habitual educativo y se empiezan a dotar las escuelas con aparatos receptores de televisión para las clases.
Con el apoyo de las misiones de los Cuerpos de Paz norteamericanos y la Universidad de Stanford entre 1964 y 1966, el proyecto de Televisión Educativa se fortaleció ampliando su oferta en áreas como Matemáticas, Ciencias Naturales, Lenguaje, Música y Religión, además de programas dedicados a la instrucción de los maestros. Para la década de los 70, se implementaron las clases de Inglés y Francés e incluso de Nutrición para madres.
Los instructores en estudio o telemaestros encargados de las clases, junto al personal técnico de la Radiotelevisora Nacional, sorteaban a diario las dificultades logísticas de las numerosas emisiones diarias en franjas de mañana y tarde. Para ello, los recursos visuales eran esenciales para la enseñanza y las imágenes constituían una herramienta imprescindible en muchos de los temas desarrollados. Dentro de los últimos documentos restaurados y digitalizados en nuestra Fototeca, encontramos una serie de dibujos que formaron parte del material de clase de la Televisión Educativa durante la década de los 60.
Estas ilustraciones orientadas hacia la enseñanza del cuidado personal, conservan las particularidades de los manuales de urbanismo y civilidad presentes en nuestra sociedad desde siglos atrás. Agrupadas bajo el título: La salud está en nuestras manos. Consejos fundamentales para evitar muchos males, el Archivo Señal Memoria comparte estas joyas audiovisuales que forman parte de la historia de la educación y de los medios de comunicación en Colombia.
Autor: Luis Alfonso Rodríguez Norato